Los tipos de interés a largo plazo retoman la senda alcista
El mercado de bonos vivió ayer una jornada de retrocesos a ambos lados del Atlántico. En Europa la deuda cedió por segunda vez en tres días mientras se disipan las esperanzas de un recorte de tipos de interés en la zona. Estados Unidos no se salvó de los retrocesos ante la expectativa de una nueva subasta de deuda esta semana como medida para recaudar efectivo e impulsar la economía.
El Banco Central Europeo se reunirá mañana, y todo hace indicar que la entidad monetaria mantendrá el precio del dinero en el 3,75%. "Las expectativas no apuntan a un recorte de los tipos de interés, y esto está perjudicando a los bonos con un vencimiento más corto", señalaba ayer un experto. La rentabilidad del bono alemán a dos años subió hasta el 3,39%, la mayor alza intradía en un mes.
La deuda con vencimiento a más largo plazo presenta mayor incertidumbre y acusó menos movimiento ayer, como viene siendo la norma en el último mes. El precio del bono alemán a 10 años se vio menos penalizado y su rentabilidad subió hasta el 4,704%.
En Estados Unidos el mercado de deuda abrió sus puertas ayer tras mantenerlas cerradas la víspera por festivo. El Tesoro realizó una subasta de bonos a 10 años por 6.000 millones de dólares (1,08 billones de pesetas) la semana pasada con el fin de aliviar una escasez en el mercado de estas notas resultado de operaciones fallidas causadas por los daños a la infraestructura tras los atentados. La expectativa de una nueva subasta provocó caídas en el precio de los bonos ayer. La rentabilidad del de referencia a 10 años subió hasta un 4,593% en la jornada.
Así, es muy probable que el Tesoro venda esta semana un monto similar en notas a cinco años para aligerar problemas similares, según los analistas. La subasta de la semana pasada provocó el alza en los rendimientos de los bonos a 10 años.
El dilema para el Tesoro es cómo mantener la emisión centrada en bonos de plazo menor, al tiempo que evita escasez de oferta en otras emisiones.
La subasta de la semana pasada trató de subsanar una escasez de notas a 10 años recientemente emitidas, que son utilizadas como colateral para préstamos a corto plazo, o acuerdo de recompra. Ese mercado llamado repo permite a los operadores recaudar fondos para comprar más bonos, canalizando la liquidez hacia el mercado de bonos.