Indra y Altadis son las únicas compañías del Ibex que no se han recuperado tras el ataque
Las Bolsas europeas han mantenido en la última semana un ritmo positivo. A pesar de que aún les queda por recuperar los niveles a los que se encontraban antes del atentado terrorista contra Estados Unidos, lo cierto es que se han aproximado bastante.
La firmeza del Nasdaq y las buenas previsiones de las grandes tecnológicas estadounidenses han impulsado los mercados financieros europeos. La Bolsa española, sin embargo, interrumpió el viernes su recuperación debido al recrudecimiento de la crisis argentina.
Aun así, el Ibex ha mejorado un 10,32% desde el 21 de septiembre, día en el que el índice marcó el nivel más bajo desde 1997 a 6.498, 4 puntos. 33 de los valores han obtenido ganancias. Indra y Altadis son las únicas compañías que siguen a la baja. Las pérdidas, aunque discretas, se sitúan en el 1,10% y 0,51%, respectivamente.
Zeltia es la que mejor lo ha hecho desde el 21 de septiembre. El visto bueno de Estados Unidos al acuerdo que firmó a principios de agosto con Johnson & Johnson y los rumores sobre una posible OPA, desmentidos más tarde por la propia compañía, le han proporcionado una plusvalía del 40,14%.
Pero las subidas han sido significativas para el resto de las entidades. La más discreta es la que acumula Telefónica, que ha sido del 1,78%.
Las mejores posiciones las ocupan los valores que fueron más castigados en los días posteriores al atentado. Entre ellos, destacan los relacionados con el turismo y los tecnológicos. Amadeus, por ejemplo, ha mejorado un 22% desde el 21 de septiembre.
A pesar de todo, la Bolsa baja un 21,30% en el año. A la crisis de los valores tecnológicos se unió más tarde la de Argentina. El ataque terrorista contra Estados Unidos precipitó, en opinión de los analistas, una situación que ya se temía insostenible.
El Ibex cayó un 15,37% desde el 11 de septiembre y hasta el 21 de septiembre. Las pérdidas entonces se situaron entre el 2,26% de Altadis y el 48,15% de Amadeus. Ahora, los inversores se enfrentan de nuevo a la crítica situación en Argentina sin olvidar las consecuencias que pueden derivarse de la respuesta de EE UU al atentado.