Swissair suspende pagos e impide a los acreedores que insten la quiebra
Los tribunales suizos decidirán en diciembre el futuro de la aerolínea una vez que el administrador judicial haya analizado la situación en la que se encuentran los activos y pasivos de Swissair.
El grupo aéreo suizo Swissair suspendió pagos ayer viernes en un tribunal de Zúrich, lo que le permitirá protegerse ante la posibilidad de que alguno de sus acreedores intentase declarar la quiebra de la empresa. La tutela judicial se extenderá hasta el próximo 5 de diciembre, lo que le permitirá reordenar su actividad.
Los tribunales suizos decidirán en diciembre el futuro de la aerolínea una vez que el administrador judicial haya analizado la situación en la que se encuentran los activos y pasivos de Swissair.
Sabena, filial belga de Swissair (49,5%) y que también suspendió pagos a finales de septiembre, va a elaborar un nuevo plan para rees-tructurar su actividad.
Entre las iniciativas se deberá incluir un ajuste de plantilla que podría superar al que inicialmente estaba previsto y que afectaba a 2.000 empleados. Además, Sabena no deberá emplear el crédito puente de 125 millones de euros (20.798 millones de pesetas) que le concedió el Gobierno belga hasta que no reciba la autorización de la Comisión Europea.
Por otra parte, el tráfico aéreo de pasajeros en España creció en septiembre un 2,7%, según datos del Ministerio de Fomento. Hasta el día 10 el crecimiento fue de un 6,56%, mientras que desde el 14 a final de mes el crecimiento se ralentizó y sólo fue de un 0,29%.
La comisaria europea de Transporte y Energía, Loyola de Palacio, ha asegurado que la UE articulará medidas de apoyo a las aerolíneas europeas para evitar la competencia desleal de las compañías de EE UU, que han recibido ayudas de su Gobierno. El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, aseguró que habrá una reunión de máximo nivel el próximo miércoles para adoptar una decisión.
Air Europa, por su parte, ha anunciado que va a reducir el número de asientos en sus aviones, lo que supondrá una rebaja en la capacidad. Además ampliará un 50% el número de asientos de clase business en vuelos transatlánticos.