De la Rúa descarta devaluar, pese a que la recesión se agudiza
El presidente argentino, Fernando de la Rúa, criticó ayer los planteamientos favorables a una devaluación del peso y rechazó llevar adelante esa medida.
En diálogo con periodistas, De la Rúa afirmó que el dirigente sindical peronista Hugo Moyano, secretario general de una de las tres centrales sindicales del país, le había pedido que abandone la convertibilidad, el sistema que establece, desde 1991, la paridad del peso con el dólar.
"Desde luego no comparto esa petición, que tendría tremendas consecuencias para los sueldos y la economía del país", dijo el presidente. En medio de un clima social y económico de descalabro completo, el Gobierno de coalición presidido por De la Rúa afrontará el próximo 14 de octubre unas elecciones legislativas en todo el país, en las que se pronostica un desastre electoral para el oficialismo.
Esta semana, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, principal objeto de los ataques de la oposición y de partidarios del oficialismo, anunció que la recaudación de impuestos cayó el 14% en septiembre, respecto al mismo mes del año pasado. Ayer, como un efecto directo de ese anuncio, la Bolsa cayó un 7,03%, en tanto que el riesgo-país se elevó a niveles récord, 1.756 puntos.
Para cumplir con el déficit cero, Cavallo explicó el martes que la bajada de la recaudación obligará al Gobierno a incumplir el pacto fiscal con las provincias, recortando en 1.000 millones de euros las transferencias de ingresos impostitivos del Gobierno central a las Administraciones provinciales. Ayer, en Buenos Aires, el ministro se reunía con los gobernadores para tratar de buscar una salida a esta crisis extrema, que amenaza con desembocar en una mayor conflictividad social y política.
El principal candidato a senador de la oposición peronista, el ex aspirante presidencial Eduardo Duhalde, se opone también a una devaluación. Tanto él como el ministro Cavallo y De la Rúa coinciden en la necesidad de generalizar la creación de bonos de cancelación de deuda, al estilo de lo que se ha hecho en la provincia de Buenos Aires, una suerte de cuasi-dinero no convertible para reemplazar la falta de pesos que está liquidando la cadena de pagos.
Otro candidato a senador, por el distrito de la capital argentina, el oficialista Rodolfo Terragno, también se opone a una devaluación. Todos coinciden en que esa medida desataría una inmediata fuga de capitales, movimientos contra el peso y el inicio de una hiperinflación, acompañada de quiebras bancarias.
Mientras tanto, la agencia calificadora Standard & Poor's informó que no prevé cambios inmediatos en las calificaciones de crédito o en su panorama para los países de América Latina. "En este momento no se están llevando a cabo cambios en los panoramas o en las calificaciones", dijo la firma en un comunicado. Sin embargo aclaró que evalúa las decisiones de los Gobiernos.