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El Ejecutivo someterá a inspección anual las 25.000 antenas de móvil

El real decreto, que aprobó el Ejecutivo el pasado viernes y que debe proteger a los ciudadanos de las emisiones radioeléctricas, no incluye en su texto una distancia de seguridad mínima entre colegios, guarderías, hospitales o residencias de ancianos y una instalación de una antena de móvil cercana, según indicó ayer el director general de telecomunicaciones del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Bernardo Pérez de León.

Sin embargo, la nueva norma recoge una mención especial hacia estos espacios más sensibles. En él se llama a "minimizar, en la mayor medida posible, los niveles de emisión". Jesús Cañadas, técnico de este ministerio, explicó que en estos casos especiales se aconseja que la antena "se eleve lo más alto que se pueda del edificio, a fin de evitar posibles problemas". En opinión de Cañadas, "la emisión de las ondas electromagnéticas nunca va hacia abajo".

Esta mención se ha incluido en el texto de la nueva normativa "atendiendo al principio de precaución y por el bienestar del ciudadano más que por la existencia de un riesgo", a juicio de Pérez de León. "El sistema de termorregulación de niños y ancianos podría ser más sensible, por lo que la radiación en estas zonas debe ser la mínima posible", matizó.

El real decreto establece, además, la necesidad de que las 25.000 instalaciones de telefonía móvil existentes en España sean inspeccionadas cada año para cumplir esta normativa. De esta forma, el Gobierno exigirá un estudio detallado anual realizado por técnicos que indiquen los niveles de exposición radioeléctrica y las áreas habitadas cercanas, establecidos en el reglamento y en la recomendación del Consejo de la Unión Europea. La inspección o reconocimiento de las instalaciones se realizarán por los servicios técnicos del Ministerio de Ciencia, aunque no se descarta que las empresas puedan contratar sus propios profesionales.

Tras esta inspección, el Ministerio de Ciencia y Tecnología hará público un informe de carácter anual sobre la exposición de las emisiones radioeléctricas de estas instalaciones.

Distancia de seguridad

Los expertos insisten en que la intensidad de las emisiones disminuye rápidamente con la distancia. Según estos cálculos, tanto los fabricantes de telefonía móvil como las entidades independientes apuntan que los límites de protección sanitaria están asegurados a partir de cinco metros, si se trata de una antena simple, y a partir de ocho o 10 metros, si la instalación tiene más elementos radiantes.

Aunque no existen suficientes estudios sobre riesgos que pueden entrañar los móviles, el Ministerio de Sanidad está repartiendo un folleto sobre consejos prácticos para prevenir los riesgos tanto de accidentes de tráfico como de salud. En el texto se aconseja que la antena esté alejada de la cabeza y que no se utilice en aparcamientos y subterráneos.

Según estimaciones del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el 65% de la población dispone de un teléfono móvil y más de la mitad de las llamadas de emergencia tuvo su origen con un teléfono de estas características.

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