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Vivendi da marcha atrás y abona el primer pago del nuevo móvil

El operador francés SFR, del grupo Vivendi Universal, ha abandonado su actitud desafiante y ha desembolsado el primer pago por su licencia de telefonía móvil al Estado francés. La compañía anunció ayer que ha liberado los 619 millones de euros (103.000 millones de pesetas) de una cuenta que mantenía bloqueada desde el domingo en protesta por el alto coste de la licencia. SFR exige negociar un acuerdo con el Gobierno para conseguir una rebaja del precio.

En el comunicado en el que anunciaba el desbloqueo de esta cuenta bancaria, SFR señaló que ha pedido negociar a fondo con el Gobierno "sobre una nueva definición de los precios y modalidades del pago de la licencia de telefonía móvil de tercera generación".

El Ministerio de Economía y Finanzas francés confirmó haber recibido el dinero "sin condiciones" y añadió que, si bien mantiene discusiones "normales desde hace mucho tiempo" con los operadores, no hay ningún compromiso por parte del Estado para modificar el coste de las licencias o el calendario de pagos.

La filial del grupo que preside Jean-Marie Messier, cedía así al ultimátum de Economía, que había amenazado con imponerle una sanción si no libraba el dinero antes de la medianoche del lunes. El operador justifica su cambio de actitud en que ha recibido garantías del Gobierno de que va a negociar "en las próximas semanas" sobre el fondo de la cuestión, algo que hasta ahora no había sucedido.

Tras realizar el pago, el segundo operador de telefonía móvil francés advirtió en un comunicado que si no llega a un acuerdo con el Gobierno antes de que finalice este año para reducir el coste de la licencia de UMTS, se reserva el derecho de recurrir por todos los medios judiciales a su alcance. Entre las distintas opciones, la operadora ha apuntado la posibilidad de no librar el segundo pago de la licencia previsto para el próximo mes de diciembre, otros 619 millones de euros.

El coste total de la licencia de SFR es de 4.950 millones de euros (823.600 millones de pesetas), de los que la mitad debe abonar en los dos primeros años de los 15 que dura la licencia. Según el operador, es necesario una solución "adaptada al nuevo contexto económico", ya que las licencias se otorgaron antes de que se desatara la crisis bursátil del sector de las telecomunicaciones. Así, reclama una bajada del precio total sobre la base del "principio de proporcionalidad" entre el coste de la licencia y la realidad económica.

Proporcionalidad

SFR y Orange, la filial de móviles de France Télécom, fueron las únicas que pujaron a principios de año por las cuatro licencias que el Gobierno francés sacó a subasta. El resto de los candidatos abandonaron debido al alto precio de las licencias, por lo que el Gobierno prometió convocar un nuevo concurso para la adjudicación de las dos restantes. De momento, no ha anunciado ni el calendario ni las condiciones.

Abundando en el conflicto, el director general de Orange France, Didier Quillot, también ha reclamado una rebaja del precio. En declaraciones al diario Les Echos, argumentó: "Nosotros acabamos de conseguir una licencia de UMTS en Dinamarca y nos ha costado 130 millones de euros en un país con seis millones de habitantes. Si aplicamos este indicador a Francia, con 60 millones de habitantes, el coste resultante es de 1.300 millones de euros, un precio que nos parece más justo". Quillot solicitó que, tras los dos primeros pagos, el resto se revise en función del precio y las condiciones de las dos licencias aún por conceder.

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