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La confianza inversora se acerca a los niveles más bajos en 20 años

La semana pasada el Ibex ganó un 12,55% y el Dow Jones, un 7,42%. Una reacción normal, según los expertos: tras una serie de fuertes caídas suelen producirse breves rebotes, aunque la mayoría de los inversores crea que lo peor está aún por llegar. Los bolsistas utilizan la metáfora del salto del gato muerto para referirse a esta situación: incluso un gato muerto rebotaría en el suelo si lo lanzamos de una altura suficiente. ¿Se esconde tras los rebotes del gato muerto el inicio de una recuperación?

Los atentados terroristas contra EE UU han supuesto un doloroso puyazo para los inversores, que ya llevaban a sus espaldas año y medio de caídas en Bolsa. La primera respuesta ha sido un parón en las decisiones de inversión. Y el resultado, una caída dramática en la confianza de los inversores. Los economistas lo llaman aversión al riesgo.

Según un índice elaborado por Crédit Suisse First Boston (CSFB) que mide la aceptación del riesgo de los inversores, la confianza que éstos tienen en los mercados se acerca a los niveles más bajos de los últimos 20 años. No obstante, llegado a un punto crítico, al que CSFB denomina "zona de pánico", la estadística demuestra que los mercados han iniciado una carrera alcista.

Sólo el paso del tiempo permitirá saber si estamos ante un salto del gato muerto o ante el principio de una recuperación sostenida de los mercados. Los expertos de CSFB reconocen que, en las actuales condiciones de incertidumbre extrema, los mercados tienden a descontar la peor de las hipótesis. Pero es esta misma incertidumbre la que está llevando al índice de CSFB que mide la aversión al riesgo muy cerca de la "zona de pánico".

"Desde 1990, en las últimas cinco ocasiones que el índice ha cruzado ese nivel tanto la aversión al riesgo como los mercados han tocado fondo. Y en los 12 meses siguientes las Bolsas más importantes han subido entre un 15% y un 25%", apuntan los analistas de CSFB en un informe reciente.

"No podemos predecir que esto vaya a suceder ahora, pero atendiendo a los datos estadísticos estamos a unas pocas semanas de presenciar un rebote en la aceptación al riesgo y en las Bolsas. La condición para que esto sea así es que no se produzcan nuevos atentados terroristas, que la situación en Oriente Próximo no se enquiste en la inestabilidad y que el entorno ayude a transmitir confianza en lo que sucederá en los meses próximos", subrayan estos expertos.

A primera vista, las condiciones parecen muy severas. No obstante, pese a introducir nuevos matices, como un plazo de consolidación previo al repunte no exento de vaivenes en los índices, las opiniones de otros analistas se acercan a las tesis de CSFB.

"Los grandes hundimientos del mercado, como en 1974, 1987 y 1990, no vinieron seguidos de recuperaciones en forma de V como la posterior a la crisis de 1998. A estas caídas anteriores les sucedieron periodos de consolidación de tres meses conforme las malas noticias iban dando paso a una nueva fase de confianza. Es precisamente en esta fase donde cree-mos encontrarnos aho-ra", apuntaba Richard Davison, estratega para Europa de Morgan Stanley en el último boletín de estrategia global de este banco de inversión.

Pero la particularidad de los últimos acontecimientos no impide que incluso dentro de la misma firma existan discrepancias. "Somos muy escépticos sobre la utilidad de experiencias previas o de antiguos modelos cíclicos como guía de lo que va a deparar el futuro", añadía el analista de Morgan Stanley Stephen Roach en el mismo informe de estrategia.

Por su lado, los expertos de Merrill Lynch coinciden con el estratega para Europa de Morgan Stanley. "En base al comportamiento del mercado [de EE UU] desde su reapertura parece que los princi-pales índices pronto podrían alcanzar un mínimo primario culminante o de referencia, posiblemente en los próximos días", opina Richard McCabe, analista técnico jefe de Merrill Lynch.

"Dicho mínimo vendría seguido de un fuerte, aunque efímero, repunte inicial y posteriormente de una vuelta a los mínimos a lo largo de las siguientes semanas. Este potencial proceso de definición de mínimos podría tardar entre tres y cuatro semanas en desarrollarse y, si tuviera éxito, debería ser fundamento para una significativa recuperación del mercado durante el cuarto trimestre y, posiblemente, después", concluye McCabe.

 

La volatilidad continúa por las nubes

La mayoría de expertos se inclina por la idea de que el suelo de las Bolsas está cerca. Sin embargo, una de las señales que indicarían el final del ciclo ba-jista sería el fin de las altas volatilidades, un requisito que todavía no se ha cumplido.

El analista técnico de Merrill Lynch Richard McCabe explicaba en una nota reciente que, tras una fase de duras caídas, rebote y vuelta a mínimos, las Bolsas no alcanzan un suelo convincente hasta que los niveles de volatilidad y de volumen son muy inferiores a los de la fase culminante del descenso.

Pero un estudio de las volatilidades del Ibex (y de otros índices, como el Euro Stoxx 50 y el S&P 500) realizado la semana pasada por los expertos de Citibank revela que las volatilidades diarias del índice español se encuentran en los niveles más altos desde la crisis de 1998. Lo mismo sucede con las volatilidades implícitas (las cotizadas por los índices) durante el último mes.

La conclusión del estudio llevado a cabo por los expertos de Citibank es que el mercado sigue esperando un futuro aumento de las volatilidades, lo que va en contra de la condición impuesta por los analistas de Merrill Lynch para que las Bolsas señalen una culminación del proceso bajista.

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