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Los PER favorecen a las Bolsas europeas más que a las de EE UU

La Bolsa española, de la mano de las principales europeas, ha vivido en septiembre dos acontecimientos históricos en los que parece no reparar la pléyade de analistas y voceros del mercado. Primero, el reto de abrir sus puertas en plena debacle y conmoción mundiales tras los atentados terroristas en Estados Unidos del día 11, con las Bolsas de este país cerradas. Hecho, es más, que se mantuvo durante toda la semana (Wall Street abrió el lunes 17). Segundo, el desapego, la desvinculación de la tendencia de los mercados estadounidenses.

Estas dos circunstancias no han sido convenientemente analizadas por los expertos, quizá porque no ha habido tiempo, quizá porque la dimensión es de tal calado que se necesita reflexionar más. En todo caso, los expertos coinciden en que antes del día 11 era impensable una apertura en solitario de las Bolsas europeas con Wall Street cerrado, máxime con una catástrofe como la sucedida.

Es el segundo asunto el que mantiene en vilo ahora a los profesionales del mercado. ¿Serán las Bolsas europeas capaces de imponer su propio ritmo en el contexto internacional y, por tanto, de atraer los flujos inversores más importantes? ¿Volverán los mercados estadounidenses a dirigir el cotarro?

Septiembre ha dicho adiós con el regusto de haber intentado marcar diferencias. Las altas valoraciones de Wall Street son hoy más altas que hace 15 días. Las empresas del Standard & Poor's 500, que es ahora el de referencia y comienza a sustituir, por tanto, al viejo Dow Jones y al hundido Nasdaq, se negocian en Bolsa con unos multiplicadores de entre 21 y 25 veces, según los últimos sondeos de previsiones de beneficios. Estos PER están en el entorno de las 15 veces para las Bolsas europeas.

Hay quien sostiene, en esta relación, que el Ibex, por ejemplo, debería cotizar 1.000 puntos por encima del Dow.

El reto está lanzado y lo sucedido esta semana, aunque indicativo y esperanzador, debe ser confirmado en el tiempo. Serán, como siempre, los grandes flujos de inversión los que decidan la apuesta. Con frecuencia, los términos caro y barato no son tenidos en cuenta.

 

Programas de compraventa, en auge

Gestores y operadores se quejan en los últimos días de las cifras de negocio, de la ausencia de dinero en el mercado. Alguien miente. O los ordenadores del mercado- continuo o los gestores.

Las cifras promedio de esta semana se han situado muy cerca de los mejores niveles de los últimos cuatro años, con 1.700 millones de euros diarios. La cifra es especialmente interesante, porque se produce en un contexto de precios bursátiles más bajos que los de hace unos años, lo que eleva, cualitativa y cuantitativamente, esta media diaria.

Parte de razón, empero, tienen operadores y gestores. Por ejemplo, cuando abundan en la crisis de identidad del inversor final, que sigue ausente de los mercados. También, cuando remarcan que la mayor parte de las cifras diarias se ajustan a operaciones intradía y a operaciones por cuenta propia de las sociedades de valores y Bolsa.

El intradía manda ahora, además, de la mano de la popularización de los programas de trading, órdenes de compraventa asistidas por ordenador, que tanto furor causaron en Estados Unidos en los ochenta y a tanta gente arruinaron. La historia se repitió con el revivir del Nasdaq y el desastre final conocido. La moda llega ahora a España. Cualquiera tiene ya su programa.

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