El Gobierno adelanta más rebajas fiscales para reactivar la economía
Los Presupuestos Generales del Estado para 2002, los primeros diseñados íntegramente en euros y en los que se incorporará el nuevo modelo de financiación autonómica, incluirán un nuevo conjunto de medidas tributarias para reactivar la economía, según adelantó ayer el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. El ministro entregó ayer a las Cortes unas cuentas públicas con un objetivo de equilibrio fiscal, por segundo año consecutivo, "de marcado carácter social e inversor", mientras que la oposición los tilda de "incoherentes" con el actual momento económico de desaceleración e incertidumbre mundial. Está previsto que el PIB crezca un 2,9% y se creen 278.000 nuevos empleos.
El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2002 ya está en las Cortes, iniciándose así su trámite parlamentario. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acudió ayer a primera hora de la mañana al Congreso de los Diputados con la voluminosa documentación (68 tomos, con un peso de 67 kilos), y acompañado de su equipo de colaboradores, entre los que destacaban la secretaria de Estado de Presupuestos y Gasto, Elvira Rodríguez, y el secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga.
Tras posar ante los fotógrafos, como es de costumbre, Montoro entregó a la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, los primeros Presupuestos expresados íntegramente en euros, y que contemplan, por segunda vez consecutiva, el equilibrio fiscal en las cuentas públicas, una vez que el Gobierno renunciara al superávit del 0,2% del PIB previsto inicialmente.
Pese al equilibrio global, el Estado contará con un déficit del 0,5% del PIB (626.000 millones de pesetas, equivalente al superávit esperado para la Seguridad Social. Comunidades y ayuntamientos se mantendrán en equilibrio.
Montoro insistió en que "no se trasvasará ni un euro de la Seguridad Social al Estado", respondiendo así a las críticas vertidas por la oposición, que acusa al Ejecutivo de compensar el déficit del Estado con el superávit de la Seguridad Social.
El titular de Hacienda, aseguró que España "no está viviendo una recesión, sino una suave desaceleración económica". El Presupuesto para 2002, "de marcado carácter social e inversor", permitirá, en su opinión, que "la economía crezca un 2,9%, por encima de la media comunitaria y se creen otros 278.000 empleos". No obstante reconoció el impacto de la desaceleración económica mundial y la pérdida de confianza derivada de los atentados terroristas contra Estados Unidos.
Bajo este argumento anunció que su departamento está preparando una nueva batería de medidas tributarias, "de carácter anticíclico", para reactivar la economía, y que será incluida en el proyecto de Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, que en estos momentos se encuentra en fase de estudio por el Consejo Económico y Social (CES).
Montoro no quiso concretar más, pero indicó que este plan "irá más allá de medidas concretas a sectores específicos" afectados por la desaceleración y el ambiente de incertidumbre mundial. Sí aseguró que, de cualquier modo, no tomará "ninguna medida que dañe la actividad" ni que suponga un recorte a prioridades como los gastos de inversión. Está previsto que el Gobierno apruebe el borrador del proyecto de Ley de Acompañamiento entre el próximo viernes y el siguiente, en Consejo de Ministros. Incluso tendría tiempo a incluir las reformas vía enmiendas en el Congreso o en el Senado, a lo largo del trámite parlamentario, que se desarrollará hasta diciembre.
En un principio, el Gobierno había anunciado que la reforma del IRPF y del impuesto de sociedades se produciría el próximo año para que entre en vigor en 2003, pero no se descarta que se adelanten algunas medidas, entre ellas las destinadas a las pymes y las de carácter empresarial en general, para acelerar la recuperación, medidas que se completarían con otras de índole social y de estímulo del consumo.
Por su parte, la oposición (PSOE, IU) y los sindicatos advirtieron ayer que Hacienda ha vuelto a diseñar unos Presupuestos "incoherentes" con el momento económico.
El Estado supera en gasto a la Seguridad Social
Una de las principales novedades de las cuentas públicas para este año es la incorporación del nuevo modelo de financiación autonómica, que drena recursos hasta ahora del Estado y la Seguridad Social y los transfiere a las comunidades autónomas, hecho que afecta a los ingresos y gastos consolidados. Así, el Presupuesto consolidado -incluye el Estado, Seguridad Social y organismos autónomos- de ingresos para 2002 asciende a 202.290 millones de euros (33,66 billones de pesetas), un 2,6% menos que en 2001, por efecto del acuerdo de financiación autonómica. Los gastos consolidados suponen 202.697 millones de euros (33,72 billones de pesetas), un 2,3% menos.
La inclusión del modelo autonómico ha supuesto también que el Estado recupere el terreno perdido frente a la Seguridad Social. En 2002, el Estado absorberá el 46,1% del gasto consolidado total (en 2001, el presupuestado es el 42,9% del total), mientras que la Seguridad Social será responsable el próximo año de sólo el 39,1% (43,5%, en 2001). La explicación se debe a que el nuevo modelo de financiación autonómica afecta más a la Seguridad Social -de la que desaparece gran parte de transferencias sanitarias- que al Estado. El 14,8% restante del gasto consolidado corresponde a los organismos autónomos.
El PIB previsto para 2002 es de 688.900 millones de euros (114,6 billones de pesetas), que supone un aumento nominal del 5,9%, con un deflactor del PIB del 2,9% y una previsión del IPC del 2%.