Trabajo rechaza penalizar más el contrato temporal para no frenar el empleo
El Gobierno no tomará en los próximos meses medidas adicionales de castigo a la contratación temporal como endurecimiento de la cotización por desempleo o imposición de una indemnización al rescindir el contrato, por temor a que las empresas puedan sumergir parte de la actividad y la contratación.
Las medidas tomadas en el pasado pueden ser contraproducentes si la economía continúa un ciclo contractivo.
Pese a temer que la economía puede desacelerar su crecimiento y provocar una avalancha de datos negativos en el mercado de trabajo en los próximos meses, el Gobierno no tiene previsto un escenario presupuestario y macroeconómico alternativo al que hoy se presentó en el Congreso. "Hemos optado por la parte más pesimista del Plan de Estabilidad", dijo el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, en la clausura del V seminario hispanobritánico sobre empleo que se celebro ayer en Palma de Mallorca. "No sabemos qué pasará tras los acontecimientos de estos días, pero nosotros mantenemos las previsiones; pero, si todo se deriva más allá de lo razonable, ya veremos lo que hacemos (...), aunque no hay motivos para el catastrofismo ni para sembrar alarmas", añadió.
Bien es cierto que Aparicio reconoció que los atentados de Estados Unidos han creado "incertidumbres" en todos los mercados, pero, en su opinión, la mejor receta para afrontar esta situación es mantener a toda costa la actual política económica de liberalización y mantenimiento del equilibrio presupuestario. Lo contrario -estimular la demanda a través del incremento del gasto público- sería un grave error, según Aparicio, que puso como ejemplo el caso de Japón en los últimos años.
Por ello, insistió en la necesidad de "no cambiar el rumbo de la política económica española en este momento y, en ningún caso, renunciar al objetivo del pleno empleo a finales de la década". En esta misma línea se manifestó el responsable de empleo británico, Malcom Wicks, quien apostó por mantener el rigor fiscal y las liberalizaciones para abordar cualquier crisis.
"æpermil;tica de las empresas"
En cualquier caso, Aparicio apeló a la "sensatez, ética y responsabilidad" de las grandes empresas para que no recurran masivamente a los despidos y regulaciones de empleo en esta etapa de incertidumbre económica.
Respecto a los efectos de los castigos a la contratación temporal aseguró que habían producido una pequeña disminución de los contratos eventuales. Pero el Gobierno no añadió en 2002 nuevas penalizaciones para evitar que contratos temporales que atienden determinadas actividades coyunturales puedan sumergirse.
Dentro de este contexto se revisará las bonificaciones a la creación de empleo estable. En 2002 se intensificarán para los colectivos de mayor edad, ya que los jóvenes muestran más dinamismo en el mercado de trabajo. Además, estas ayudas se prorrogarán en otros casos, también para evitar la contratación sumergida y dependerán mucho de cómo evolucione la actividad y el empleo en las próximas semanas.