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El Estado registrará aún un déficit de 0,6 billones en 2002

El Gobierno aprobó ayer los Presupuestos Generales del Estado para 2002 y su remisión a las Cortes. Las cuentas públicas tendrán equilibrio, por segundo año consecutivo, gracias al superávit de la Seguridad Social. El Estado, en cambio, contará con un déficit de 0,6 billones de pesetas.

El Consejo de Ministros aprobó ayer los Presupuestos Generales del Estado para 2002, las primeras cuentas públicas expresadas enteramente en euros. También envió al Consejo Económico y Social (CES) el borrador de la Ley de Acompañamiento.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reconoció que no se trata de un presupuesto expansivo, dado el escenario de desaceleración económica y la incertidumbre provocada por los ataques contra EE UU, pero "contiene los suficientes elementos para seguir creciendo en empleo (278.000 empleos netos), más que la media de la UE".

Las cuentas contemplan el equilibrio presupuestario (se ha renunciado finalmente al superávit del 0,2% del PIB previsto inicialmente) para el conjunto de Administraciones públicas. No obstante, el Estado tendrá aún un déficit de 3.763 millones de euros (626.000 millones de pesetas), el 0,5% del PIB, que será compensado, como adelantó ayer Cinco Días, con un superávit de la Seguridad Social de la misma cuantía. Las comunidades y ayuntamientos se mantendrán en equilibrio.

El Presupuesto del Estado aportará 428 millones de euros (71.200 millones de pesetas) al proceso de separación de fuentes financieras de la Seguridad Social, iniciándose la asunción de la financiación de complementos a mínimos, según lo acordado por Gobierno y agentes sociales.

Se dará prioridad a las infraestructuras, que crecen un 10,5%; educación, un 9%; e investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), un 7,6%. Los ingresos no financieros estimados para 2002 caen un 12,1% sobre la previsión de liquidación de 2001, hasta 108.824,3 millones de euros (18,1 billones de pesetas).

La partida más importante son los ingresos tributarios, que también descienden un 12,1%, al igual que los gastos corrientes (-11,1%). El recorte se debe en parte a la desaceleración de la economía, pero también al efecto de la cesión de tributos a las comunidades autónomas derivado del nuevo modelo de financiación autonómica. "No son comparables los Presupuestos de 2001 y 2002, porque partimos de modelos diferentes", aseguró Montoro.

El ministro confirmó que Hacienda tampoco deflactará (según la inflación) la tarifa del IRPF, al igual que hizo este año. "No tiene sentido deflactar impuestos en un mundo de estabilidad de precios; lo que sí haremos es seguir bajando impuestos", dijo

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