_
_
_
_

Aumenta la tensión bélica tras rechazar los talibán el ultimátum de Bush

El clima de tensión bélica reinante en EE UU subió varios grados con el discurso pronunciado por George Bush en la madrugada de ayer (hora española). El presidente lanzó un ultimátum claro a los talibán: o entregan a Osama Bin Laden y sus colaboradores, o EE UU atacará Afganistán.

El régimen de los talibán replicó diciendo que no entregarán al saudí a menos que EE UU aporte pruebas sobre su vinculación con los atentados del 11 de septiembre. Y la Casa Blanca dio el mensaje por recibido: "Estamos preparándonos para la guerra".

Bush pronunció su discurso poco después de que el número de desaparecidos en el World Trade Center se elevara a 6.333. Y fue mucho más belicoso de lo que esperaban los observadores políticos: "Los talibán", dijo, "deben actuar de inmediato". O entregan "a los terroristas o compartirán su mismo destino".

En cuanto al resto del mundo, tendrá que tomar posiciones claras: "De ahora en adelante, cualquier país que siga apoyando o acogiendo el terrorismo será considerado un régimen hostil a EE UU".

La sala de plenos del Capitolio estaba a rebosar. Además de los congresistas, acudieron todos los miembros del Tribunal Supremo, casi todos los componentes del Ejecutivo, los jefes del ejército, la viuda de uno de los fallecidos en el avión estrellado en Pensilvania, y representantes de los cuerpos de policía y bomberos.

Además estaban el primer ministro Tony Blair (sentado a la derecha de Laura Bush); el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani (que se ha ganado a pulso el galardón de héroe nacional durante los últimos días), y el gobernador de dicho Estado, George Pataki.

El gran ausente era el vicepresidente, Dick Cheney, que tuvo que verlo por televisión desde un "lugar seguro" por motivos de seguridad.

El discurso duró 30 minutos y fue interrumpido por 30 ovaciones cerradas. Millones de estadounidenses lo vieron en directo. Y lo que escucharon les convenció.

Según un sondeo del Washington Post y ABC, la intervención fue vista por un 79% de los ciudadanos. Tras escucharle, un 91% dijo que aprueba la manera en que Bush está gestionando la crisis. El 90% apoya "una acción militar contra los grupos y naciones responsables de los ataques terroristas" y el 83% está de acuerdo con ir a la guerra.

Tras el discurso de George Bush, los congresistas regresaron a sus despachos para seguir trabajando en un abanico de leyes con las que intentarán socorrer a las industrias más damnificadas y dar un impulso a la economía.

El plan de rescate para las aerolíneas fue retomado con vigor (el paquete negociado ahora asciende a 15.000 millones de dólares, incluyendo ayudas directas y garantías de créditos).

Y el propio presidente anunció ayer que destinará 5.100 millones de dólares a aumentar el gasto militar, poner agentes federales en vuelos comerciales y pagar a informadores que den pistas sobre los terroristas.

En Wall Street, los inversores ven con creciente preocupación la perspectiva de una larga guerra en plena fase recesiva. Y el índice Dow Jones cerró con la mayor caída semanal en porcentaje desde la Gran Depresión de los años treinta.

 

Cuatro muertos en una protesta en Pakistán

Una huelga general convocada por organizaciones islámicas radicales derivó ayer en duros enfrentamientos entre policías y manifestantes, con un saldo de cuatro muertos.

La medida de fuerza y la movilización, en apoyo de Osama Bin Laden y el régimen de los talibán de Afganistán, tuvieron su epicentro en Karachi, la ciudad más grande de Pakistán y su centro financiero. Los manifestantes gritaban: "¡Venganza a Estados Unidos!", mientras su líder, Mufti Nizamuddin, instaba a sus seguidores a tomar el control de los aeropuertos en caso de que el Gobierno del general Pervez Musharraf permita la utilización de sus bases militares al ejército de Estados Unidos.

Más de 30 partidos religiosos musulmanes y organizaciones islámicas radicales han conformado un consejo para la defensa de Pakistán y Afganistán, ante los temores de un inminente ataque de Estados Unidos contra este último país si no entrega a Osama Bin Laden, considerado el principal sospechoso de haber organizado los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre.

En los enfrentamientos callejeros en Karachi, los radicales denunciaron el apoyo del Gobierno a Washington, mientras que en Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán, los manifestantes quemaron un muñeco del presidente estadounidense, George W. Bush, al tiempo que lanzaban vivas a Bin Laden.

Además de los cuatro muertos, hubo 100 detenidos y 18 policías heridos, informaron fuentes oficiales.

En el marco de los acuerdos con Pakistán, EE UU suspenderá las sanciones a Islamabad y la India por sus pruebas nucleares de 1998, dijo un alto diplomático ayer en la capital paquistaní. Así, Washington recompensa el apoyo de Musharraf frente a los talibán.

 

Generales rusos desaconsejan una guerra en Afganistán

Un grupo de generales rusos veteranos de la guerra de Afganistán advirtieron ayer a Estados Unidos sobre los riesgos de una intervención militar en el país gobernado por los talibán.

"Me temo que repetirán nuestros errores. Es imposible conquistar Afganistán por la vía militar. No lo lograron Alejandro Magno, ni el ejército británico, ni nuestras tropas en 10 años de guerra", dijo el general y veterano de ese conflicto, Mahmud Gareyev.

Si bien la Administración estadounidense aseguró que no piensa "repetir" los errores de las tropas británicas y soviéticas, el Pentágono informó el jueves que su ejército de tierra está preparado para una larga operación a gran escala. "Deberán emplear centenares de miles de hombres para peinar Afganistán", dijo el general Valentin Varennikov.

 

Peres dice que se reunirá con Arafat este fin de semana

La reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Simon Peres, y el líder palestino, Yasir Arafat, se concretará este fin de semana, anunció ayer el jefe de la diplomacia judía.

"En los próximos dos días" habrá un encuentro entre ambos, siempre que se mantenga el alto el fuego en Cisjordania y Gaza, dijo Peres en Tel Aviv, tras reunirse con el ministro de Exteriores turco, Ismail Jen. Por su parte, el primer ministro, Ariel Sharon, confirmó que, de mantenerse la calma, Peres se reunirá "la semana próxima" con Arafat. Dado que el domingo comienza la semana de actividades para judíos y musulmanes, ambas declaraciones son coincidentes. Se espera que de esa reunión surja un alto el fuego permanente en la región.

Archivado En

_
_