Las Bolsas viven un jueves negro por miedo a una gran recesión
Alan Greenspan dijo ayer en el Senado que la ofensiva terrorista sobre EE UU tendrá "efectos significativos" sobre la economía, pero sólo a largo plazo. De cara al futuro, el banquero está convencido de que el país "se recuperará y prosperará". Un mensaje esperanzador que, sin embargo, no logró calmar a los inversores.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, confirmó ayer que EE UU tendrá que hacer un "enorme esfuerzo" para afrontar los daños humanos y materiales provocados por la ofensiva terrorista del 11 de septiembre. Y no ocultó que la tragedia tendrá "efectos significativos en la economía de Estados Unidos a corto plazo".
Sin embargo, el banquero completó su diagnóstico con un mensaje de esperanza de cara al futuro, cuando dijo que "las perspectivas a largo plazo no han empeorado significativamente".
Greenspan acudió ayer al Comité Bancario del Senado para explicar los efectos que la ofensiva terrorista tendrá en los mercados financieros de Estados Unidos. Los inversores, que esperaban su intervención con gran nerviosismo, reaccionaron al discurso con desánimo: el Dow Jones cerró perdiendo un 4,37% y el Nasdaq, un 3,72%.
Según el banquero central, la crisis desatada por esta ofensiva "implica un menor nivel de actividad a corto plazo", y "aumenta el nivel de incertidumbre de cara al futuro".
Buena parte de la actividad económica del país "se frenó durante la semana pasada". Miles de empresas tuvieron que suspender su actividad por daños directos o derivados (entre ellos, un bloqueo del transporte aéreo que atascó la distribución de suministros y mercancías).
Paro y consumo
Además, los acontecimientos han hecho que "muchos potenciales consumidores se queden pegados al televisor y alejados de los centros comerciales". Y la avalancha de despidos anunciados en la última semana amenaza con elevar la tasa de paro del 4,9% de agosto al 5,5% a principios de 2002, con el consiguiente daño para el consumo privado.
Los daños económicos serán, pues, notables a corto plazo. Pero Greenspan está seguro de que la economía estadounidense está bien equipada para hacer frente a este golpe a medio plazo.
En su opinión, "la desregulación de los mercados financieros, la creciente flexibilidad del mercado laboral y los avances en tecnología de la información han mejorado nuestra capacidad para absorber desajustes y recuperarnos". En las últimas dos décadas, añadió, la economía estadounidense se ha hecho "cada vez más resistente" frente a desastres naturales como los huracanes o los terremotos.
La naturaleza de esta tragedia es muy diferente porque "ataca a las raíces de nuestra sociedad libre y una parte de ello es nuestra economía de mercado". Pero el banquero cree que EE UU "se recuperará y prosperará, como ha hecho en el pasado".
Economía "fuerte"
El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, que también intervino ante el Senado, fue aún más allá y dijo que "la economía de EE UU sigue siendo fuerte y resistente". Pero la mayoría de los economistas han rebajado sus previsiones de crecimiento para la segunda mitad del año y muchos auguran una recesión (aunque puede que sea corta y poco pronunciada).
En Wall Street, el sentimiento de orgullo y esperanza provocado por la reapertura de los mercados este lunes ha dado paso a un clima marcado por la preocupación y el desánimo.
El regulador bursátil amplía más los límites de compras de autocartera
La supresión de límites para la compra de autocartera aprobada por la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) con carácter de emergencia podría extenderse durante otra semana o, incluso, algo más, según anunció ayer el presidente del organismo regulador, Harvey Pitt.
Pitt dijo ayer en el Senado que esta medida "fue muy efectiva". La compra de autocartera aumentó un 10% el lunes, ayudando con ello a amortiguar el descenso de las acciones de estas compañías. Los responsables de la SEC están debatiendo el asunto y la decisión podría comunicarse hoy mismo.
Pitt confirmó que la SEC está investigando posibles operaciones especulativas de personas ligadas con los terroristas en los días previos al ataque. Pero no dio detalles sobre cómo van las pesquisas.
En cuanto a los documentos destruidos en la sede neoyorquina de la SEC (que estaba en el World Trade Center), dijo que confía en que esto no provoque "la pérdida de ningún caso significativo".