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El caos en Hacienda impide la fijación de la tasa del móvil en los Presupuestos

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy el proyecto de Presupuestos para el año 2002 con una notable omisión: la cuantía de la tasa del móvil. Las operadoras de telefonía celular perdieron su interlocutor con Hacienda en julio, tras la dimisión de Enrique Giménez-Reyna, y no han conseguido mantener una sola reunión con su sucesor. El sector entiende que la tasa será fijada en la Ley de Acompañamiento o con enmiendas, pero se quejan de que añade un factor de inseguridad a un momento de crisis.

Las operadoras de telefonía móvil (Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera) están perplejas por la situación de caos que vive el Ministerio de Hacienda desde la dimisión del secretario de Estado Enrique Giménez-Reyna y que ha impedido que haya podido celebrarse una sola reunión desde finales de julio para negociar un asunto de importancia vital para unos y otros como es la cuantía de la tasa del móvil para el ejercicio 2002.

La prueba más evidente del bloqueo de la situación es que hoy el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año que viene y, salvo sorpresa de última hora, la cuantía de la tasa por la utilización del espectro radioeléctrico no está incluida en ellos.

Las empresas de telefonía celular aseguran que este hecho aumenta la inseguridad sobre sus cuentas y su plan de negocio en un momento en el que están inmersas en una profunda crisis por muy diversas razones.

Fuentes de las operadoras explican que las únicas reuniones provechosas que han mantenido para aclarar y modificar la cuantía de la tasa tuvieron lugar antes del verano, con el entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna.

En aquellas conversaciones el Gobierno se mostró inflexible con el pago del canon para 2001 (160.000 millones de pesetas, 961,62 millones de euros, entre todas las implicadas). Los argumentos del Ejecutivo apuntaban a la necesidad de apuntalar su objetivo de déficit cero, y al hecho de que no se podía hacer ningún tipo de reforma sobre un impuesto que había sido aprobado mediante ley en el Parlamento.

No obstante, Giménez- Reyna propuso a cambio fragmentar los pagos de la tasa de 2001, así como suavizar la de 2002 y de los años venideros. Para el ejercicio próximo, el secretario de Estado ofreció reducir al 50% el impuesto, propuesta que fue rechazada por las operadoras.

Otra línea de negociación fue equiparar la tasa correspondiente a la tecnología UMTS (la más elevada, gravada con 27.117 millones de pesetas por licencia) a la de GSM, mucho más reducida. Esta oferta recibió también críticas, sobre todo de Telefónica Móviles, Airtel y Amena, porque consideran que la iniciativa sólo beneficia a Xfera.

Drástica reducción

Las principales implicadas en el pago de la tasa (140.000 millones de pesetas del total les corresponden a ellas) quieren una drástica reducción del canon, que consideran absolutamente injustificado. Es más, Telefónica Móviles sólo se aviene a negociar sobre la base del impuesto que había en 2000, y acepta una subida entre el 5% y el 10%, porque cree que la tasa fijada para este año es desproporcionada.

Además, todas las operadoras están de acuerdo en que el canon debe tener una proyección plurianual que les permita determinar un plan de negocios que no tenga que ser revisado año a año. En caso de pacto, las cuatro operadoras estarían dispuestas a retirar los recursos interpuestos contra la tasa de 2001, lo que permitiría al Gobierno conseguir el deseado déficit cero. La ronda de conversaciones con Giménez-Reyna se cerró sin acuerdo, pero con grandes perspectivas de que a la vuelta del verano podrían acercarse las posiciones.

La dimisión del secretario de Estado de Hacienda trastocó todos los planes. Su sucesor, Estanislao Rodríguez Ponga, pidió tiempo para estudiar la situación, pero las semanas han transcurrido sin que las operadoras lograran fijar una reunión con él, lo que les ha dejado sin interlocutor válido con el Ministerio de Hacienda, según fuentes cercanas a las cuatro telefónicas.

La situación de caos ha dado como resultado que los Presupuestos se presenten hoy sin haber llegado a ningún acuerdo. En ellos sólo aparece una aclaración sobre un aspecto de la tasa de 2001 que necesitaba información adicional, según aseguran fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda, referido a las entidades de derecho público dependientes de las Administraciones.

Ley de Acompañamiento

El canon para el ejercicio que viene tendrá que incorporarse a través de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos. El Consejo de Ministros estudiará hoy este documento, que será remitido posteriormente al Consejo Económico y Social. La aprobación está prevista para el viernes de la semana próxima o la siguiente, de forma que el Gobierno y las operadoras disponen de 15 días como máximo para acercar posturas.

Con todo, también es posible introducir modificaciones a través de enmiendas tanto desde el Congreso como desde el Senado, aunque todo apunta a que será la Ley de Acompañamiento el vehículo que se utilice para fijar la tasa del móvil.

Las telefónicas están intensificando la presión para reunirse con algún interlocutor válido del Ministerio de Hacienda. Su preocupación es que el Gobierno les presente un proyecto ya cerrado, en el que quepa poca posibilidad de negociación.

 

Las empresas celulares deben provisionar 140.000 millones

Las cuatro compañías españolas que poseen una o varias licencias de telefonía celular, Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera, han pasado los últimos 12 meses intentando, primero, impedir la aprobación de la tasa por el uso del espectro radioeléctrico, y después, tratando de esquivar las consecuencias de la aprobación de este impuesto, cuantificado en 140.000 millones de pesetas para el ejercicio de 2001.

Mediante iniciativas de ingeniería jurídica han conseguido eludir, hasta la fecha, el pago de cantidades significativas por este concepto. æscaron;nicamente se han visto obligadas a realizar un desembolso simbólico para hacer frente a los avales que la ley les ha exigido antes de poder recurrir ante el Tribunal Económico-Administrativo el pago de la factura que el Gobierno les remitió para que hicieran efectivo el pago del impuesto.

Sin embargo, se acerca la hora en la que ya no podrán escabullirse. Los criterios contables para la realización de las cuentas anuales exigen que las operadoras celulares provisionen hasta la última peseta de la tasa, sea cual sea el estadio de tramitación en el que se encuentren los recursos. Esta provisión va a ser demoledora para las cuatro telefónicas, aunque mucho más para unas que para otras.

La más perjudicada es Xfera, que se ha visto imposibilitada para lanzar sus servicios al mercado este año, de forma que para el ejercicio 2001 no tiene ni una peseta de ingresos, mientras que tendrá que contabilizar 27.117 millones de pesetas de la tasa, que se sumarán a las nada despreciables inversiones que ha realizado.

Amena, que no ha logrado dejar los números rojos, presentará pérdidas por encima de los 40.000 millones.

Para Airtel, provisionar la tasa supondrá perder todo su beneficio, mientras que el impacto en las cuentas de Telefónica Móviles será alto, aunque imposible de cuantificar.

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