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El Ibex resiste por encima de los 7.000 puntos tras retroceder un leve 0,72%

El miedo no ha desaparecido, pero los inversores logran mantener la calma. Gracias a la ausencia de pánico y a una apertura tímidamente alcista de Wall Street, la Bolsa española realizó un recorrido de menos a más -llegó a perder un 3% a media sesión- que le permitió cerrar con una leve caída del 0,72% y sostenerse por encima de los 7.000 puntos.

La volatilidad no ha desaparecido, pero los índices resisten. Principalmente el Ibex, que ayer se apuntó el mejor comportamiento entre las Bolsas europeas gracias al tirón de las últimas dos horas de negocio, en las que escaló cerca de 170 enteros y redujo sus pérdidas hasta el 0,72%. Influyó mucho la apertura en positivo de Wall Street, aunque los expertos se apresuran en subrayar que la evolución de los mercados sigue siendo una incógnita.

Los inversores, sin embargo, se sienten respaldados por las autoridades monetarias. Ayer el Banco de Inglaterra y el de Japón bajaron sus tipos de interés 25 y 10 puntos básicos, respectivamente. Unas decisiones que se sitúan en la línea de acción coordinada emprendida un día antes por la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Y es precisamente esto último lo que gusta a los analistas.

"El apoyo de los bancos centrales ha permitido que la presión vendedora se haya aminorado", apunta Roberto Cuens, gestor de fondos de BSN Banif. "El comportamiento de la Bolsa, tanto ayer como el lunes, responde a la voluntad global de hacer frente a una situación muy peligrosa", añade Jordi Falgueras, responsable del departamento de estudios de Gaesco. Pero las intervenciones de las autoridades monetarias son sólo una cura de urgencia. Todavía quedan dudas que despejar.

"Si este tipo de decisiones contribuyen a evitar a corto plazo un deterioro dramático del clima de confianza a nivel internacional, bienvenidas sean. Pero las bajadas de tipos dejan tras de sí más interrogantes que respuestas: ¿cuál es el análisis de fondo que se hacen las autoridades monetarias?, ¿cómo se habrían comportado las Bolsas estadounidenses si la Reserva Federal no hubiera recortado sus tipos, mejor o igual?, ¿cuál será la actitud de los bancos centrales si en los próximos días se agudiza el deterioro del clima de confianza?", se preguntan los analistas de Beta Capital.

Todas estas cuestiones tendrán su respuesta a medida que transcurran los días y sea posible calibrar el impacto que deja la crisis sobre la confianza de los consumidores estadounidenses. De ellos depende que la economía de EE UU no se hunda en la recesión y, de rebote, afecte al resto de potencias.

Pocas alzas en el parqué

Los inversores en la Bolsa española son también víctimas de las incertidumbres que acosan al mercado. Sin embargo, el repunte de algunos blue chips ha logrado maquillar el comportamiento del Ibex. Pese a la leve caída de ayer y al alza del lunes (+2,65%), no hay que olvidar que el índice español ha perdido un 9,91% desde que comenzara la crisis, y tan sólo dos valores, Indra (+4,59%) y Telefónica Móviles (+20,5%), registran alzas en el periodo.

Asimismo, en la jornada de ayer sólo subieron nueve valores de los 35 que componen el Ibex, entre los que destacaron Dragados, Altadis y Unión Fenosa, con alzas superiores al 4%, y Telefónica y su filial de móviles, que ganaron el 1,19% y el 1,4%, respectivamente. El repunte de Unión Fenosa tuvo su origen en una recomendación de Ahorro Corporación, en la que se destacaba el carácter defensivo del valor y se le otorgaba un potencial de revalorización del 60%.

Los analistas, aseguran que la volatilidad será una constante en las próximas sesiones. Asimismo, señalan que la cita macroeconómica más importante esta semana será la publicación mañana del índice de la Fed de Filadelfia, que dará una pista sobre las expectativas de los consumidores en EE UU.

 

La operativa de los fondos, cerca de la normalidad

La apertura de Wall Street fue más que un acto simbólico. Representó el esfuerzo de muchas de las compañías financieras que se vieron obligadas a parar o alterar su normal funcionamiento tras el atentado terrorista en pleno corazón financiero mundial.

Los fondos de inversión -que mueven gran parte del volumen tanto en las Bolsas como en los mercados de renta fija y monetarios- han sido uno de los grandes afectados por la crisis. Durante una semana muchos de ellos habían paralizado las operaciones, ya que los sistemas de liquidación y algunos de los principales intermediarios no habían podido retomar su actividad.

Pero la operativa vuelve, poco a poco, la normalidad. Moody's destacaba ayer que la mayor parte de las gestoras han recuperado su horario y la liquidez está garantizada. Asimismo, Citigroup Asset Management señaló que las suscripciones y reembolsos de sus fondos vuelven a funcionar de forma habitual.

Por otro lado, Inverco, la patronal de instituciones de inversión colectiva, facilitó ayer las cifras de la evolución de los fondos a 31 de agosto. En ellas resalta las fuertes pérdidas de aquellos fondos que destinan parte o la totalidad de la inversión en activos de renta variable. Por el contrario los de renta fija pura, tanto internacional como nacional, son los únicos que se apuntan ganancias en los últimos 12 meses. La rentabilidad media anual del total de los fondos a 31 de agosto es del -7,46%.

 

Titular de apoyo

Moisés Romero. Madrid

Los mercados financieros evolucionaron ayer de peor a mejor, con tendencia a la normalidad al cierre de la jornada. Los expertos, no obstante, se muestran especialmente cautos respecto a la tendencia inmediata y aconsejan no echar las campanas al vuelo.

Lo mejor, apuntaban los operadores, es que la avalancha vendedora que se detectó el lunes en las Bolsas estadounidenses, a pesar de las llamadas al patriotismo histórico, pudo ser contenida en el periodo de coincidencia operativa con los mercados europeos. Este hecho suavizó las tendencias bajistas de primeras horas del día.

Para los expertos resulta de especial interés seguir a corto plazo los movimientos de los mercados de bonos, porque de ellos dependen los flujos de fondos hacia la renta variable, y viceversa. Ayer se registró, así, un trasvase incipiente de posiciones desde la renta fija hacia los mercados de acciones.

Este movimiento, según los analistas, indica que muchos participantes en los mercados consideran que los precios de las acciones están muy baratos, como norma y, también, que los bancos centrales del mundo cuentan cada vez con menos capacidad de maniobra para seguir bajando los tipos de interés.

El bono a 10 años subió ayer ligeramente su rentabilidad, hasta el 5,13%, fruto de las ventas de muchos inversores que decidieron en esta ocasión entrar en acciones. Este hecho provocó un equilibrio final entre la renta fija y las Bolsas. Una situación similar se dio en los mercados de divisas. El dólar aguantó la presión del lunes y repitió ayer prácticamente la misma cotización respecto al euro. Veinticuatro horas después, los mercados tienden, así, a la normalidad.

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