Los fabricantes piden que se mantengan los concesionarios de marca
Los fabricantes europeos de automóviles pidieron ayer en el Parlamento Europeo la extensión del régimen de distribución a través de concesionarios de marca, que expira en septiembre del año 2002.
La Eurocámara escuchó ayer a todas las partes implicadas -consumidores, talleres e intermediarios, además de los propios fabricantes y empresarios con concesiones de distribución- a la espera de que la Comisión Europea dé a conocer sus intenciones sobre el futuro de la distribución de vehículos en los países europeos.
"La Comisión no ha hecho aún propuestas que podamos discutir", se lamentó el ponente parlamentario, el popular alemán Christoph Konrad, que pidió "al Ejecutivo comunitario una pista, al menos, sobre cuál es su intención". Bruselas revisa en estos momentos la exención a las normas de competencia que concedió al sector de automoción en 1985 y renovó, por siete años, hasta el próximo año. Aunque el comisario de Competencia, Mario Monti, ha dejado claro que el sistema actual no reporta los beneficios que se esperaban para el consumidor, su departamento todavía no ha presentado una alternativa al actual sistema.
"Se presentará con tiempo suficiente", insisten fuentes próximas al comisario, que esperan un primer borrador de la decisión este mismo otoño. Bruselas deberá entonces consultar al menos dos veces con los Estados miembros antes de tomar una decisión final que se espera hacia junio del próximo año.
Para los fabricantes de automóviles, el régimen de distribución actual sólo necesita ligeras modificaciones y piden que se extienda más allá del mes de septiembre de 2002.
Periodo transitorio
El ponente parlamentario se mostró partidario de conceder al sector un periodo transitorio de siete años antes de someterlo a la libre competencia. Sin embargo, los representantes de los consumidores no se mostraron tan magnánimos. "Una transición de seis o 12 meses es suficiente", indicó Jim Murray, presidente de la Oficina Europea de Organizaciones de Consumidores.
Los consumidores consideran imprescindible que los concesionarios puedan vender automóviles de varias marcas y que se amplíen los canales de distribución para poder comprar un coche. Las cadenas de supermercados y las empresas de comercio electrónico se muestran deseosas de entrar en este negocio.