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La Bolsa de Francfort proyecta nuevas reformas para salvar al Neuer Markt

La Deutsche Börse, gestora de la Bolsa de Francfort y de su Neuer Markt, pretende introducir el próximo año un nuevo código para las empresas que salgan a Bolsa y sus bancos emisores. Una de las medidas será reglamentar mejor los folletos de venta. La medida -recomendada por consultores jurídicos- forma parte de los esfuerzos de reanimar al Neuer Markt, cuyo principal índice esta semana incluso cayó por debajo de los 1.000 puntos de su valor base.

El nuevo esfuerzo por tratar de recuperar la confianza perdida ha sido anunciado en la presentación de un estudio sobre el Neuer Markt preparado recientemente por el banco de inversión Dresdner Kleinwort Wasserstein, el bufete de abogados Shearman & Sterling y la consultora Roland Berger.

En el documento, de 106 páginas, se afirma que este mercado de valores tecnológicos y de futuros sigue siendo el más importante de Europa y, al menos sobre el papel, cuenta con un regulación hecha a imagen y semejanza del Nasdaq estadounidense. El hecho de que el mercado neoyorquino se haya batido mejor en estos tormentosos tiempos tiene que ver sobre todo con su mix sectorial: en comparación, en Estados Unidos hay menos empresas de Internet y más de informática y telecomunicaciones que cotizan en el Nasdaq, según los expertos de Dresdner Kleinwort Wasserstein.

Pero los problemas están ahí y los consultores detectaron dos grandes diferencias entre uno y otro segmento: la manera cómo se efectúan las salidas a Bolsa y la celeridad con la que se investigan y sancionan las contravenciones a la regulación.

En vista de ello, la Deutsche Börse pretende convertir ahora al folleto de venta de las OPV en la única fuente oficial de información para el inversor y vigilar estrechamente su veracidad y redacción, hasta ahora con frecuencia enrevesada e incomprensible. æpermil;stas y otras medidas estarán contenidas en un código que será de voluntario cumplimiento en los demás segmentos de la Bolsa de Francfort, pero obligatorio en el Neuer Markt.

También en materia de supervisión bursátil habrá cambios. A diferencia de lo que sucede con el Nasdaq, donde estas tareas corren por cuenta de la poderosa Securities & Exchange Commission (SEC), las autorizaciones de las salidas a Bolsa y la vigilancia directa de este segmento en Alemania está a cargo de la misma Deutsche Börse. Para la mayoría de los analistas es crucial contar también en Francfort con una supervisión mucho más eficiente, y aquí la Deutsche Börse trabaja estrechamente con el ministro de Finanzas, Hans Eichel, que está preparando una nueva legislación para los mercados de valores.

Las medidas anunciadas son apenas uno de los elementos con los que la comunidad financiera alemana pretende salvar al Neuer Markt, cuyas 342 empresas ya sólo alcanzan una capitalización bursátil equivalente a la del grupo industrial Siemens. Desde su máximo histórico, 8.522 puntos el 10 de marzo de 2000, el índice de referencia Nemax ha perdido cerca de un 90% de su valores. Diecinueve meses, por tanto, en los que se ha evaporado el capital de cientos de miles de pequeños inversores, quienes apenas se aventuraban en sus primeras experiencias bursátiles.

A raíz de las fuertes presiones públicas y la salida de los inversores institucionales del Neuer Markt, la misma Deutsche Börse, ya a finales de julio, había dado a conocer nuevas reglas para la exclusión de aquellas empresas que coticen por debajo de un euro y valgan menos de 20 millones de euros durante 30 días seguidos, primero, y, luego, no se recuperen de este nivel en un periodo de 90 días. La nueva regulación entrará en vigor el próximo 1 de octubre y podría afectar a cerca de un 10% de los valores en un mercado, entre ellos compañías como Letsbuyit y Metabox, ambas alguna vez favoritas de los inversores.

 

El Gobierno busca más control y transparencia en el mercado

Ante la crisis del Neuer Markt, el ministro de Finanzas, Hans Eichel, ha redoblado sus esfuerzos para sacar adelante una nueva legislación sobre los mercados financieros alemanes, que -si todo sale bien- deberá ser aprobada por el Gabinete ministerial el próximo mes, pasar rápidamente por el Bundestag, el Parlamento alemán, y entrar en vigor el próximo año.

Entre las medidas más importantes proyectadas por Eichel se encuentra que las empresas que oculten, retrasen o presenten de una manera tergiversada hechos que influyan en la cotización tendrán que indemnizar a los inversores perjudicados. De por sí, las sanciones contra esta manipulaciones serán drásticamente aumentadas: ya el intento de engañar a los inversores puede acarrear multas de hasta 1,5 millones de euros, 250 millones de pesetas. Asimismo, los directivos de las compañías se verán obligados a publicar inmediatamente la compra o venta de acciones que realicen sobre la compañía en la que trabajan.

Aún no está decidido quién impondrá esta regulación. El ministro se inclina por transferir la vigilancia bursátil desde los Estados federados, a los que corresponde en la actualidad, a la futura supervisión financiera federal, que deberá controlar también la banca y las aseguradoras.

Varios Estados federados, como también algunos sectores del Bundesbank, que también perdería competencias, hasta ahora se resisten a esta perspectiva.

Mientras que en las Bolsas se deberán extremar los controles, la regulación de los fondos inmobiliarios y los bancos hipotecarios disminuirá, lo que deberá aumentar el atractivo de estos negocios en Alemania, según Eichel.

 

"Nadie está libre de culpa", según el presidente del Deutsche Bank

La semana pasada, el presidente del Deutsche Bank, Rolf Breuer, hizo un descarnado análisis de la situación del Neuer Markt, en el que, por vez primera, admitió también errores de la gran banca. En opinión de Breuer, la crisis obedece a que todos han fallado: los bancos, al no examinar con suficiente atención los valores; los analistas, por incorporar rumores a sus análisis; los auditores, por calcular mal los activos; las empresas, por pretender salir cuanto antes a Bolsa, y los medios de comunicación por no divisar a tiempo lo que estaba sucediendo. "Todo esto condujo a que el inversor pensó que el Neuer Markt está para asegurar sus pensiones o, peor aún, es un salón de juegos con garantía de jackpot", afirmó Breuer, quien, aparte de sus labores al frente del mayor banco alemán, preside también el consejo de vigilancia de la Deutsche Börse.

Si todos tienen la culpa, todos tienen que aportar también su grano de arena a una especie de programa de estabilidad. Mientras que la Deutsche Börse deberá garantizar una máxima transparencia en este segmento, según Breuer, el Estado debe potenciar la supervisión bursátil para acercarla al modelo de la SEC estadounidense. Para el banquero, ello no necesariamente requiere cambios legislativos. Ya una mejor dotación de personal en los órganos de control, en su opinión, podría hacer milagros.

"No hay alternativa al Neuer Markt. Tiene que tener una segunda oportunidad", concluyó Breuer ante los asistentes a un seminario convocado en Francfort para analizar, precisamente, la crisis de este segmento. En el debate, sin embargo, no hubo acuerdo sobre cuál debe ser el objetivo de este mercado: mientras que Breuer sólo quiere ver en él a empresas que ya estén a punto de arrojar beneficios, otros expertos insistieron en la importancia de este segmento como fuente de financiación.

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