La Bolsa centrará su atención en la inflación y en las referencias de EE UU
La Bolsa española estrena la semana pendiente de la publicación de los datos de inflación en varios países de la zona euro, también en Estados Unidos, porque de ellos depende el movimiento inmediato de los tipos de interés. Las cifras alemanas conocidas la semana pasada, en este sentido, fueron muy favorables.
La situación coincide en el tiempo con la pérdida de soportes a la baja registrada por la mayor parte de los valores cotizados. El crash de los valores tecnológico y de telecomunicaciones ha dejado los mercados desfallecidos. Algunos hablan de caída libre. Ya será menos.
El hundimiento de las Bolsas del mundo hasta niveles de la crisis financiera del verano de 1998 obedece, según los expertos, a la fuerte caída de los flujos de dinero que se dirigen a la Bolsa. Las últimas estadísticas de Estados Unidos reflejan que la entrada de nuevo dinero a la Bolsa ha caído un 75% en los ocho primeros meses del año respecto al mismo periodo del año anterior.
Resulta una perogrullada, pero la Bolsa es un mercado que cruza órdenes de compra con las de venta. Si aquéllas son mayores que éstas, los precios de las acciones suben. Cuando el papel presiona y el dinero se retrae, el movimiento es el contrario.
Hay en la última situación, no obstante, un hecho singular. Se trata de la menor fuerza vendedora respecto a situaciones anteriores de características similares. El crash se ha producido de manera gradual, lentamente. Lleva 17 meses de recorrido y son los resultados empresariales -el deterioro de los balances de las empresas emblemáticas- los causantes ciertos del hundimiento.
Por ello, las referencias que en este sentido provengan en los próximos días de Estados Unidos serán especialmente seguidas por las Bolsas del mundo.