La Bolsa sube el 1,7% por las referencias positivas de EE UU
El anuncio de compra de Hewlett-Packard sobre Compaq fue ayer el revulsivo que esperaban los mercados de acciones del mundo para salir del marasmo. O, como apuntaban los más cautos, para dejar de caer. El Ibex ganó el 1,7% y abandonó, por quinta vez en dos meses, la zona de mínimos.
La operación de compra, con pago en acciones, se conoció horas antes de que los mercados abrieran sus puertas. Fue, una vez más, el aplauso decidido de los mercados de acciones estadounidenses los que fijaron la situación, los que llevaron el signo positivo al resto de las Bolsas del mundo. En el periodo de coincidencia operativa el Nasdaq subía un 1% y el Dow Jones, un 2%.
"Sentimientos tan negativos como los que se observan en el mercado son difíciles de repetir en el tiempo. Por eso, noticias empresariales de este calado son bien recibidas, aunque sin grandes aspavientos. Lo importante, por ahora, dentro de esta ola de pesimismo, es que el Ibex no pierda el nivel de los 8.000 puntos", dice Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4.
"Hay que tener presente que el sesgo del mercado es negativo y todo lo que signifique detener más descensos en los mercados es bienvenido. Pero el cambio de tendencia al alza de las Bolsas deberá esperar hasta la publicación de datos económicos que den pie a un mayor optimismo sobre la recuperación económica, primero en Estados Unidos y después en el resto del mundo. Los primeros indicios de que el mercado puede ser algo menos pesimista que en agosto los podemos localizar en la evolución del dólar y de los mercados de deuda. En ambos casos vemos una ligera corrección sobre su comportamiento en agosto. Paciencia", dice José Luis Martínez, economista jefe de Citibank.
Bancos y Telefónica
Nada ha cambiado en las últimas 48 horas en la Bolsa española. El grupo Telefónica y los dos grandes bancos polarizan la atención. Tras el varapalo de la víspera, las acciones de la operadora subieron el 3,67%; las de BBVA, el 1,96%, y las de BSCH, el 1,51%. Los tres valores aportaron 105,6 puntos de los 138,20 que ganó al cierre el principal índice del mercado.
Una vez más, falló el volumen de negocio, lo que confirma el sentimiento de que el inversor final sigue atrapado en sus miedos y sin participar en el mercado. La subida de ayer queda empañada, así, por el bajo volumen de negocio, con sólo 1.042 millones de euros intercambiados en el mercado continuo. Esta cifra vuelve a situarse en la banda baja de los promedios diarios registrados en lo que va de año.
Los expertos insisten en la idea de que en la coyuntura actual la actuación de los inversores extranjeros es decisiva tanto a la hora de subir como a la de bajar.
El dinero se desplaza desde los bonos a las acciones
Sin prisa, pero sin pausa. Los grandes gestores de fondos deciden cambios en sus modelos de gestión. Se observa, aunque con mucha timidez, una tendencia más positiva respecto a las acciones que a los bonos. Siete recortes de tipos de interés en Estados Unidos son muchos, suficientes para que la economía salga del grado de postración en el que se encuentra desde el otoño pasado.
La resistencia de los bonos a perder posiciones en las últimas semanas refleja dos hechos, a decir de los expertos. Uno, que el precio de las acciones, como norma, está por los suelos, auténticas gangas que el tiempo devolverá más lustrosas. Dos, que la capacidad de las máximas autoridades monetarias para recortar los tipos de interés es cada vez más limitada, con lo que la renta fija pierde atractivo durante algún tiempo.
Por encima del 5%
Este sentimiento no es ajeno al bono nacional. La rentabilidad se sitúa de manera persistente por encima del nivel técnico y psicológico del 5%. Al cierre de las operaciones de ayer, el rendimiento era del 5,16%.
Este porcentaje, según los expertos consultados, refrenda el sentimiento de los operadores de que el Banco Central Europeo tardará mucho tiempo en bajar los tipos de interés. Los datos que se conocerán esta semana en Estados Unidos serán más importantes para los bonos que los propios de la zona euro, porque los mercados consideran que la recuperación de aquella economía tendrá un efecto balsámico en ésta. El enfriamiento actual de la mayor parte de las economías europeas, en otros términos, está inducido por el propio de Estados Unidos.
Varios meses después, en definitiva, los mercados de bonos vuelven a dar señales de cambio. La subida de la rentabilidad (caen los precios) obedece a la venta de estos activos que se dirigen hacia las Bolsas.
Las cifras
de situación económica serán decisivas esta semana
Los expertos coinciden en sus informes de situación en que la renta variable a nivel mundial descuenta un futuro a corto plazo poco favorable. El Fondo Monetario Internacional ha ratificado este sentimiento hace unos días al apuntar que es posible que antes del cierre de año se efectúen nuevos recortes de crecimiento en las principales economías del mundo.
La cantinela de moda es que la economía de Estados Unidos está al borde de la recesión y que ello actúa en detrimento de unos resultados empresariales ya muy débiles. O lo que es lo mismo, a medida que empeoran las cuentas de resultados más altas son las valoraciones bursátiles, es decir, más recorrido a la baja queda.
Por ello, inversores y analistas miran con lupa, con especial detenimiento, las señales que proceden de Estados Unidos. En la primavera se apostaba por una mejora del clima empresarial para después verano. Ahora, la ansiada recuperación se retrasa hasta final de año.
Recuperar la confianza
En el análisis de las cifras, los analistas buscan indicios suficientes que hagan pensar en que la confianza vuelve a los consumidores. Ayer se conoció un favorable índice de gestores de compra, uno de los indicadores más seguidos por el mercado.
La semana, sin embargo, está cargada de cifras. Hoy se dará a conocer el índice de productividad revisado del primer trimestre y los costes laborales unitarios del mismo periodo de tiempo. Mañana, se harán públicas las nuevas peticiones de desempleo y el índice de gestores de compra no manufacturero de agosto.
El gran plato fuerte de la semana llega el viernes, con la publicación de las cifras de empleo, las ganancias medias por hora, inventarios y expectativas de inflación.