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INTERNACIONAL

El 'efecto tango' y la desaceleración mundial golpean Latinoamérica

El crecimiento está prácticamente detenido en Latinoamérica, según los datos del PIB del primer semestre. Las dudas que persisten sobre la desaceleración de las economías centrales y el efecto de la crisis argentina agravan el panorama de la región, en el que sólo Chile y Perú abordan con optimismo los próximos meses.

El balance de 2001 arrojará una nueva caída del PIB per cápita en la región, según asegura el BBVA en su último informe sobre Latinoamérica. La entidad ha rebajado su previsión de crecimiento para el conjunto de estos países desde el 3,9% inicial al 1%, un nivel insuficiente para igualar el crecimiento de la población.

Las causas de este mayor pesimismo hay que buscarlas tanto en una desaceleración mundial superior a lo estimado a principios de año como en las dudas que persisten sobre la capacidad de Argentina para poner fin al círculo vicioso de deflación y falta de confianza.

La debilidad del crecimiento de las principales economías se ha traducido en una fuerte reducción de la demanda externa y, por tanto, de las exportaciones también en Latinoamérica.

La economía mexicana es la que ha sufrido con mayor dureza sus consecuencias, dada su alta dependencia de la actividad industrial de EE UU. Ello reducirá su crecimiento este año al 0,2% -según la entidad- frente al 6,9% registrado en 2000.

Asimismo, la rebaja de los tipos de interés en Estados Unidos y la Unión Europea ha aumentado la liquidez de los mercados internacionales pero no se ha traducido en un mayor flujo de capitales hacia los mercados emergentes. El BBVA sostiene que el colapso en los precios de las acciones tecnológicas y las incertidumbres sobre las perspectivas de la economía mundial han aumentado la aversión al riesgo entre los inversores internacionales, lo que en teoría debería cambiar si se empiezan a observar señales de reactivación.

Si el entorno externo ha ido empeorando mes a mes otro tanto a sucedido con la situación interna.

Lejos de iniciar una lenta recuperación, la recesión argentina se ha profundizado en este tiempo y hasta que el país no ofrezca claras señales de recuperación, advierte el banco, seguirá afectando negativamente a sus vecinos más próximos, como constata la depreciación del real brasileño y el peso chileno.

El BBVA considera que la nueva ayuda otorgada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Argentina "es un paso hacia adelante pero no resuelve los problemas estructurales de deuda y competitividad del país", lo que mantiene vivo el riesgo a una suspensión de los pagos de la deuda si la economía no comienza a crecer.

En el caso de Brasil, además, la crisis energética ha provocado un fuerte ajuste de la economía, desde el 4,1% del primer trimestre al 0,8% del segundo, aunque su impacto sobre la producción industrial ha sido menor de lo previsto.

En este panorama, sólo Chile y Perú han visto mejorar sus perspectivas para los próximos meses. El primero porque, pese a la desaceleración mundial, el sector exterior aportó un 3% al crecimiento del PIB y porque las medidas adoptadas por el banco central propician un descenso de los tipos de interés y, con ello, una reactivación de la demanda interna, el talón de Aquiles de la economía chilena.

En el caso de Perú, el restablecimiento de la estabilidad política después de un largo periodo de turbulencias otorgará mayor confianza a los inversores. Además, el nuevo Gobierno ha anunciado un amplio programa de reformas, con especial énfasis en los sectores más intensivos en empleo.

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