La Bolsa cae el 6,3% este verano y se instala en sus mínimos desde 1998
Miedo a una gran recesión mundial
Las últimas cifras de actividad económica publicadas en Estados Unidos, principalmente las referidas al debilitamiento del consumo y la pérdida de confianza de los ciudadanos, han agudizado las caídas de las Bolsas, al entender los analistas que el último recurso a la esperanza -el que ha otorgado desde siempre un consumo dinámico- también flojea.
La extrapolación que algunos analistas han hecho de esta situación ha sido clara: cae el consumo, con lo que se debilitan las expectativas de mejora de los resultados de muchas empresas cotizadas. O lo que es lo mismo, que muchas compañías siguen caras en términos de valoración bursátil a pesar de los rigurosos descensos.
Esta situación coincide en el tiempo con la gravedad de la situación económica en Japón y el enfriamiento sucedido de la europea. Los mercados apuestan, así, por nuevas revisiones a la baja de las cifras de crecimiento, al mismo tiempo que cunde el miedo a una gran recesión económica en el mundo, que, según los más agoreros, alcanzaría su máxima expresión el año que viene.
En los últimos días se están conociendo filtraciones, primero en Italia y luego en Alemania, de las previsiones del Fondo Monetario Internacional para la economía mundial. Son desalentadoras.