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Solans confía en un IPC del 2% a medio plazo

El consejero del BCE rechazó que la autoridad monetaria haya reaccionado tarde, pues, a su juicio, "era el momento de volver a tocar los tipos tras el movimiento que se hizo en el mes de mayo".

El consejero español del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Eugenio Domingo Solans, afirmó ayer que la inflación en la zona euro "va a mejorar" el año próximo y "se volverá a medio plazo al objetivo establecido", del 2%.

Tras participar en el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo La introducción del euro: oportunidades para España, Solans explicó que la bajada de los tipos de interés en un cuarto de punto hasta el 4,25% es una "medida oportuna en el tiempo y en la cuantía".

El consejero del BCE rechazó que la autoridad monetaria haya reaccionado tarde, pues, a su juicio, "era el momento de volver a tocar los tipos tras el movimiento que se hizo en el mes de mayo". Solans incidió en que el recorte "no debe ligarse directamente al crecimiento económico" y agregó que el BCE, en su estrategia de política monetaria, lo que tiene en cuenta es la estabilidad, es decir, las perspectivas de evolución en el área del euro.

El representante español en el BCE no quiso pronunciarse sobre cuál será el crecimiento de la economía europea este año y en 2002, y aseguró que "es obvio que en una economía globalizada lo que ocurra en EE UU va a afectar al resto del mundo. Eso el BCE siempre lo ha tenido presente", dijo; aunque a renglón seguido advirtió que el BCE tomará las medidas de política monetaria en función de las perspectivas de estabilidad de la zona euro y de los riesgos de inflación, no en función de la desaceleración de la economía norteamericana, "porque doctrinalmente es lo correcto y porque es lo que dice el Tratado de Maastricht", concluyó.

Sin embargo, la economía norteamericana tuvo ayer una influencia decisiva en el comportamiento del euro. Nuevos datos alentando una posible recuperación de la economía de EE UU -la cartera de pedidos de la industria creció en julio un 0,1% y el índice de confianza de los gestores de compras subió hasta el 43,5%- llevaron al euro a registrar una nueva caída.

A las tres de la tarde la divisa se cambiaba en Francfort a 0,9077 dólares, frente a los 0,9185 dólares de la mañana, y el Banco Central Europeo (BCE) fijó su cambio oficial en los 0,9158 dólares. Al cierre de esta edición, la cotización de la divisa europea había vuelto a recuperarse y rozaba los 0,912 dólares.

Tras el vaivén de ayer, la divisa comunitaria amenaza con caer de nuevo hasta los 0,9030 dólares durante el fin de semana y los operadores de divisas se muestran desilusionados por no haber aguantado el punto de resistencia de los 0,9080 dólares.

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