Los créditos personales ganan peso en la cartera de los bancos
Los préstamos para el consumo y adquisición de vivienda, territorio tradicional de las cajas de ahorros, siguen ganando peso en la cartera crediticia de los bancos. En cinco años, éstos han conseguido aumentar el porcentaje de créditos personales sobre la cartera total en ocho puntos, del 29% en 1995 al 37% en 2000.
Los bancos no están dispuestos a dejarse seguir arrebatando por las cajas de ahorros el negocio del crédito hipotecario y del crédito al consumo. Aunque las empresas siguen siendo, con diferencia, las principales destinatarias de la financiación bancaria, estas entidades profundizaron el año pasado en su política de abrirse hueco en el negocio del crédito personal.
Todavía el 61,55% de su inversión crediticia se dirigió en 2000 a actividades productivas, frente a un 36,89% destinada a financiar gastos en los hogares, según la clasificación del crédito por finalidades facilitada por la Asociación de Banca Española. Hace cinco años, el crédito a las empresas representaba un 68% de su inversión total; a particulares, tan sólo el 29%. Es decir, desde 1995, los bancos han conseguido aumentar el negocio del crédito personal en casi ocho puntos, en detrimento de la financiación empresarial.
Este aumento se produce, sobre todo, gracias al impulso del crédito hipotecario. De hecho, los préstamos concedidos para adquisición de vivienda propia representan el 25,2% de la cartera crediticia total. Hace cinco años representaban el 18%. Y es que aunque las cajas de ahorros son tradicionalmente líderes en hipotecas, los bancos han sabido arañar posiciones rápidamente, con ofertas más agresivas y rebajas de precios a través de Internet. Les ha favorecido el descenso de los tipos de interés, que al abaratar los préstamos, ha hundido el mercado de las viviendas de protección oficial, feudo tradicional de las cajas. Además, los bancos se han beneficiado del boom inmobiliario, al encontrarse mu-cho más cercanos que las cajas a la financiación de constructoras y promotoras, que suelen encauzar a los clientes hacia el banco con el que trabajan.
Cajas de ahorros
Aun así, frente al 25% que representa en los bancos, la adquisición de vivienda propia absorbe el 40% de la cartera crediticia de las cajas. Desde sus orígenes, estas entidades han tenido una vinculación mayor que los bancos con los hogares, con un modelo de banca más centrado en el cliente particular que en las empresas. Esa política de mayor acercamiento al cliente las ha llevado a invertir mucho más en créditos para el consumo y la vivienda que para financiar empresas.
De los más de 38 billones de pesetas en créditos que concedieron las cajas en 2000, más de la mitad se destinó a financiar a particulares, frente al 41% que se concedió a empresas. El resto son créditos sin clasificar, de acuerdo con los datos facilitados por la Confederación Española de Cajas de Ahorros.
Dentro de los préstamos para financiar actividades productivas, los sectores que más financiación recibieron de las cajas fueron, por este orden, construcción, actividades inmobiliarias, industria manufacturera y comercio y reparaciones. Las industrias manufactureras (refino de petróleo, químicas, alimentación, etc.) fueron principales receptoras en el caso de los bancos.