Iberdrola empieza a competir en el mercado del gas
Iberdrola materializará el próximo octubre su estrategia de operador global de servicios con el inicio de los suministros de gas. El grupo vasco se estrenará con las primeras entregas a "ocho clientes cualificados". Iberdrola ha adjudicado a General Electric la potenciación de su central de ciclo combinado de Santurce (Vizcaya) con nuevas instalaciones de 400 MW de potencia.
El grupo que preside Íñigo de Oriol anunció ayer su estreno en el negocio de suministro de gas para el próximo mes de octubre. De momento, comenzará con el servicio a "ocho clientes cualificados", a través de su filial Iberdrola Gas. Los contratos de entrega ya han sido suscritos, por lo que el compromiso del grupo que preside Íñigo de Oriol es firme. Para garantizarse la materia prima, la empresa de Bilbao ha firmado un contrato marco con la compañía argelina Sonatrach, que le suministrará gas natural licuado (GNL) a la planta de regasificación de Barcelona.
El primer buque de Sonatrach con esta mercancía, el navío Hassi R'Mel, llegará a los muelles catalanes durante la primera quincena de octubre, a tiempo de atender los primeros compromisos de suministro de gas de la eléctrica, según fuentes de la propia compañía. Nuevos cargamentos, en la modalidad spot, seguirán a este primer envío al ritmo suficiente para cubrir las necesidades de los clientes finales. En los primeros días de este mes de agosto, Iberdrola Gas anunció que había presentado una oferta de acceso al 25% del gas que Argelia suministra a España, basándose en el denominado contrato de Argelia suscrito por Enagas en 1992 con la garantía del Estado. Ese 25% es el objeto del deseo de todas las eléctricas nacionales, también en proceso de diversificación hacia el gas, y de diversos grupos internacionales del sector, que también pujan por este negocio.
El acuerdo con Sonatrach llega tras el anterior contrato de compra de gas a la italiana ENI y Gas Natural, con el que Iberdrola se garantizaba el suministro a sus plantas en España. Además, el grupo de Íñigo de Oriol también ha cubierto la futura demanda de las plantas de ciclo combinado que construye en Brasil y México con un acuerdo similar con Pemex, para el país azteca, y con Petrobas, para sus instalaciones en tierras brasileñas. Pero Iberdrola necesita más gas para sus nuevas centrales, y negocia más vías de suministro en estos momentos, con negociaciones muy avanzadas en algunos casos, según comunicó ayer.
Pactos
En datos concretos, Iberdrola ya tiene pactado un volumen de compra de 5,3 bcma, mientras que negocia un suministro adicional de otros 2,8 bcma. Su objetivo, de acuerdo a la nota informativa que presentó ayer, es el de "mantener una cesta de gas diversificada en origen, precios y condiciones, que le permita formar una tarifa competitiva para los consumos propios y de sus clientes".
Por otro lado, Iberdrola sigue con su programa de desarrollo de centrales de ciclo combinado en España. De acuerdo con sus previsiones de nueva potencia para 2003, el grupo vasco ha adjudicado a la multinacional estadounidense General Electric el proyecto de ampliación de sus nuevas instalaciones de Santurce (Vizcaya). La instalación de la nueva capacidad, de 400 MW de potencia, supondrá una inversión aproximada de 27.000 millones de pesetas (162,27 millones de euros).
La turbina de gas de Santurce será la número 20 del programa de ciclos combinados de Iberdrola. Todas estas plantas serán supervisadas desde el Centro de Monitorización, Diagnóstico y Simulación que la empresa construye actualmente en Castellón. La inversión total en estas nuevas instalaciones durante el periodo 2002-2004 alcanzará un importe global de 250.000 millones de pesetas (1.502 millones de euros). Este esfuerzo es compartido en algunos casos con otros socios, como Repsol y BP-Amoco, aunque en el proyecto de mayor cuantía, la nueva planta de Escombreras (Murcia), que costará 52.000 millones de pesetas (312,53 millones de euros), Iberdrola asume el coste en solitario.
La suma del negocio del gas incrementa el presupuesto citado, al incluir las partidas que suponen la adquisición de la materia prima mediante contratos a largo plazo. Así, estos costes y las inversiones en ciclo combinado, hasta el horizonte de 2006, contabilizan unas inversiones globales de 285.000 millones de pesetas (1.712 millones de euros).
Iberdrola también comentó ayer el proyecto de construcción de una planta de regasificación en el puerto de Bilbao, donde participa al 25% junto a Repsol, EVE y BP-Amoco, cada uno de ellos con el mismo porcentaje de la eléctrica. El centro comenzará a procesar GNL en junio de 2003. La capacidad inicial de la instalación es de 2,7 bcma, con capacidad para ampliar hasta 9 bcma.
La controvertida inversión en la regasificadora de Castellón
Además del plan del puerto de Bilbao, Iberdrola tiene aspiraciones para la instalación de otra planta regasificadora, en este caso en el puerto de Castellón. Este proyecto, cuya licencia está pendiente de adjudicación, es clave, puesto que la provincia castellonense concentra el mayor consumo industrial de gas de España, además de ser el punto de conexión más cercano a la zona de Madrid. El plan presentado por Iberdrola incluye la instalación de un centro con una capacidad inicial de tres bcma, con posibilidad de ampliación hasta nueve bcma.
Pero las oportunidades en gas que ofrece Valencia también han reclamado la atención de otra eléctrica, Unión Fenosa, que ha presentado su propio proyecto, en este caso la implantación de una regasificadora en el Puerto de Sagunto. Los intereses contrapuestos de Fenosa e Iberdrola han acabado en una confrontación abierta.
De momento, el vicepresidente del Gobierno valenciano, José Luis Olivas, ha lanzado una velada amenaza a la compañía gallega para que desestime esa inversión y se una al proyecto de Iberdrola, que además cuenta con el apoyo explícito de Eduardo Zaplana, presidente del Ejecutivo valenciano.
Las empresas levantinas del sector cerámico, que consumen el 80% del gas en la región, también apuestan a favor del grupo que preside Íñigo de Oriol, con el apoyo del vicepresidente y consejero delegado Ignacio Galán. Olivas advirtió en días pasados a Unión Fenosa que la última palabra sobre la organización de los puertos en la Comunidad Valenciana la tiene la Generalitat.
Fenosa argumenta que inició su proyecto antes de que la empresa pública valenciana, Encovagas, se decantara por la implantación de la planta en Castellón, a 40 kilómetros del complejo de Sagunto elegido por Fenosa, quien también pretende construir una planta de ciclo combinado anexa a la regasificadora, según su plan.