Israel mata a un líder palestino y radicaliza los "asesinatos selectivos"
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzó ayer un acuerdo con el nuevo Gobierno de Indonesia para reanudar el desembolso de una ayuda pactada de 400 millones de dólares (73.200 millones de pesetas), y que estaba congelada desde diciembre por la falta de compromiso y la inestabilidad del anterior Ejecutivo. Indonesia ha garantizado la independencia del banco central y ha aceptado proyecciones más realistas de PIB e inflación.
Israel agravó ayer al extremo la situación en Oriente Próximo al lanzar un ataque que costó la vida del líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Abu Alí Mustafá.
En una acción llevada a cabo con helicópteros, el Ejército israelí bombardeó la oficina del dirigente palestino en la ciudad cisjordana de Ramala, donde Mustafá se encontraba trabajando solo. Se trata del "más grave de los asesinatos a sangre fría llevados a cabo por los israelíes, ya que ha sido el de un líder cuyo grupo no había realizado ninguna acción contra Israel", dijo el ex diputado palestino Abdel Qader Yasin.
Mustafá, quien reemplazó a George Habash como máximo dirigente del FPLP en julio del año pasado, encabezaba el principal grupo político de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) después de Al Fatah. La Autoridad Nacional Palestina que preside Yasir Arafat declaró tres días de luto y todas las organizaciones populares convocaron a manifestaciones masivas para repudiar el atentado.
La ANP emitió un comunicado en el que afirma que el Gobierno israelí presidido por el primer ministro Ariel Sharon "ha abierto las puertas de una guerra global en toda la región". Asimismo acusa a Estados Unidos y al presidente George Bush de haber dado "luz verde" para este ataque al culpar, la se mana pasada, a Arafat de la parálisis total del proceso de paz. Sin embargo, un alto funcionario estadounidense dijo poco después del atentado que su país no estaba de acuerdo con la acción israelí. "Nuestras opiniones sobre esos ataques son bien conocidas", dijo el funcionario.
El asesinato de Mustafá, el más prominente líder palestino víctima de la política de "asesinatos selectivos" de Israel, ha desatado una ola de condenas y de temores en toda la región. Mientras el Gobierno de Omán anunciaba la ruptura de relaciones con el Estado judío, el de Jordania condenaba el hecho, que calificó de "acto estúpido e inmoral". La Liga Árabe calificó de "política mafiosa" los "asesinatos selectivos" como el de Mustafá y culpó a Israel de las consecuencias de este atentado.
Temores palestinos
"Ya han cruzado todas las líneas. Sharon está invitando a que estalle un levantamiento de grandes proporciones", señaló el ministro palestino de gabinete, Saeb Erekat. "Creo que el juego de Sharon es ampliar el ciclo de violencia y destruir el proceso de paz", agregó.
Pero el portavoz militar israelí dijo que Mustafá, de 64 años, era el responsable de varios atentados con coches-bomba, dos de éstos en Jerusalén, y de otras operaciones armadas contra objetivos de este país.
Según el ex diputado Yasin, "este asesinato también significa que todos los palestinos están en la lista de espera de los israelíes para su liquidación, salvo quizá Yasir Arafat y su gabinete de ministros".
Medio centenar de activistas y dirigentes palestinos han sido muertos en acciones de "asesinatos selectivos" de Israel desde el comienzo de la Intifada. Aviones, tanques y tractores de Israel destruyeron el domingo puestos de seguridad palestinos, luego de que activistas árabes mataran a tres soldados en Gaza.