El patrimonio de los fondos de garantía supera el medio billón
Bancos, cajas y cooperativas acumulaban al finalizar el 2000 un patrimonio de 545.000 millones de pesetas, un 10% superior al de 1999, para hacer frente a las cada vez menos previsibles crisis del sistema financiero y garantizar a sus clientes el cobro de al menos una parte de sus depósitos. Los fondos de garantía que administran estos recursos obtuvieron un beneficio de 50.711 millones de pesetas debido a la buena situación del sector y a una gestión activa del patrimonio.
Los fondos de garantía de depósito que canalizan las aportaciones para afrontar los efectos de las posibles crisis bancarias contaban al finalizar 2000 con un patrimonio acumulado de 545.334 millones, un 10,5% más que el año anterior, según datos extraídos de los informes anuales de este organismo.
Aunque una sola sociedad, la Gestora de los Fondos de Garantía de Depósito en entidades de crédito, se encarga desde junio del año pasado de administrar los tres fondos de garantía existentes (para bancos, cajas de ahorros y cooperativas), bajo la fórmula de Agrupación de Interés Económico, ésta repercute los gastos a cada fondo según el trabajo que generen.
El correspondiente a las cajas de ahorros es el que mayor patrimonio acumula (335.947 millones), a pesar de que estas entidades llevan desde 1996 sin hacer aportaciones.
El Banco de España las exoneró entonces por su saludable situación financiera. Cinco años después, el espectacular crecimiento de sus depósitos ha llevado al supervisor a pedirlas que vuelvan a hacer aportaciones. La legislación establece que, cuando el patrimonio alcance el 1% de los depósitos asegurados, se suspenderán las aportaciones. Pero el fuerte crecimiento de los depósitos de las cajas hace que el fondo ya no cubra ese 1%. La mayor parte del patrimonio acumulado por estas entidades está invertido en deuda pública. El año pasado el fondo registró un beneficio de 12.257 millones de pesetas, un 35% más.
En cuanto al fondo de los bancos, dispone ya de un patrimonio de 179.913 millones de pesetas, un 22,4% más que el año anterior, con un beneficio de 33.004 millones de pesetas. El de las cooperativas asciende a 29.474 millones.
Dada la saludable situación del sistema financiero, en el que cada vez son menos previsibles las crisis bancarias, la principal función de esta sociedad se centra en la gestión de las inversiones financieras.
Hasta su creación, era el personal del fondo de garantía de los bancos el que gestionaba los otros dos, repercutiendo los costes. Y es que el fondo de los bancos ha sido históricamente el más activo y mejor dotado de medios, al ser el que ha tenido que afrontar mayores crisis.
Desde que se constituyera el Fondo de Garantía de Depósitos en 1980, la crisis de los bancos y cajas han costado al sistema financiero español poco más de medio billón de pesetas. De todas las crisis bancarias registradas en España en las últimas dos décadas, la más cara fue la de Banesto, con un coste de saneamiento para el sistema financiero de 192.441 millones de pesetas. La segunda más grave fue la de Banca Catalana, cuyo importe ascendió a 167.000 millones, de los que se recuperaron 85.000.
Las cajas apenas han tenido problemas. De hecho, la crisis más grave fue la de Caja de Palencia, pero el coste de intervención fue sólo de 5.700 millones. Desde Banesto, el fondo sólo ha tenido que actuar en la crisis de Banco Credipas, declarado en suspensión de pagos en 1995, y de Bank of Credit and Comerse, SAE, ya disuelto.
El efecto del estallido de Gescartera
La alarma social desatada por el caso Gescartera ha obligado al Gobierno a rescatar uno de los proyectos dormidos en los cajones de los despachos del Ministerio de Economía. Se trata de un fondo de garantía de inversiones con el que trata ahora de apaciguar los ánimos de los afectados por este caso.
Su importe se unirá al acumulado por los fondos de garantía de depósitos, pero serán las empresas de servicios de inversión las que hagan la mayor parte de las aportaciones (un 2 por mil del efectivo y un 1 por mil de los activos). El compromiso existía desde 1998, pero el Gobierno lo incumplió con los afectados del caso AVA. Ahora ha tenido que aprobarlo con carácter de urgencia y retroactivo. Así, y aunque con estos años de retraso y acuciado por las circunstancias, el Gobierno aprobó en el consejo de ministros del pasado 3 de agosto un fondo de garantía de inversiones con el fin de proteger a los ahorradores perjudicados por las sociedades de Bolsa gestionadas de forma irregular.
Cuando una empresa de las adheridas al fondo quiebre, suspenda pagos o la CNMV considere que no puede hacer frente a los reem-bolsos, el inversor podrá acudir a este fondo, que sólo cubrirá el patrimonio perdido hasta un máximo de tres millones.