Unió duda que el nuevo modelo de financiación vaya a ser el definitivo
El nuevo sistema de financiación autonómica, acordado a finales del mes de julio, no puede ser, según el secretario general de Unió Democràtica, Ramon Espadaler, el modelo definitivo.
En una entrevista a este diario, Espadaler asegura que el acuerdo sobre financiación supone "un paso adelante" y "un claro avance" desde todos los puntos de vista. Matiza, no obstante, que las necesidades de la sociedad son cambiantes y, por lo tanto, para darles respuesta pueden ser necesarios modelos diferentes. "Fenómenos como la inmigración o la preocupación por el medio ambiente, no existían hace 10 años. En un futuro pueden surgir otras necesidades", argumenta el dirigente democristiano.
Espadaler deja así la puerta abierta a la posibilidad de cambiar el modelo si cambia la coyuntura política, aunque rechaza la postura de Pasqual Maragall, cuando éste anuncia que cambiará el modelo cuando llegue a la Generalitat. "No es de recibo realizar esas declaraciones cuando el PSOE ha votado a favor del sistema", afirma.
Esquerra Republicana
El secretario general de Unió criticó, asimismo, la negativa del PSC a llevar el acuerdo de financiación al Senado, como le han planteado sus socios de ERC en la Cámara alta. "Es una muestra más de que quien manda es el PSOE y de que la alianza ERC-PSC sólo tiene como objetivo erosionar a CiU", sentenció.
Espadaler reconoce que si no se hubiese alcanzado un acuerdo en materia de financiación autonómica, sería difícil mantener la colaboración con el Partido Popular, tanto en el Parlamento catalán como en el Congreso. Asume también que para la coalición habría sido más fácil mantener "posturas demagógicas como las del PSC", en lugar de colaborar con los populares. A pesar de ello, Espadaler sostiene que el electorado les acabará dando la razón porque están aplicando el programa de CiU, "aunque no con la misma intensidad" con la que lo habrían hecho si no dependieran del PP.
Moción de censura
El secretario general de Unió asegura no temer la moción de censura que, con toda probabilidad, presentará en otoño el líder del PSC. "Es un capítulo más en la manera de hacer de Pasqual Maragall, que posiblemente preocupa más a su propio partido y a sus aliados de ERC e IC". Con este mismo argumento, Espadaler rechaza cualquier posibilidad de un adelanto electoral en Cataluña e incluso con mayor contundencia rebate la posibilidad de que Jordi Pujol abandone prematuramente la presidencia de la Generalitat para dejar paso a Artur Mas: "sería un fraude al electorado", concluye.
Espadaler sí considera, en cambio, que éste "sería un buen momento" para que Pujol llevase a cabo la remodelación pendiente de su Gobierno, de manera que la moción de censura de Maragall perdiese protagonismo.
Además de servir para consolidar a Mas (actualmente consejero jefe) como sucesor de Pujol, esta inminente reforma del Ejecutivo catalán ha de servir para reequilibrar las fuerzas de Convergència y de Unió tras los acuerdos de federación alcanzados el pasado mes de abril. En principio, los democristianos pasarán a ocupar una cuarta Consejería, probablemente la de Sanidad. La reestructuración también podría afectar a los departamentos de Industria y de Cultura.