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El crecimiento del PIB alemán cayó al 0,6% en el segundo trimestre

El producto interior bruto (PIB) alemán creció un 0,6% interanual en el segundo trimestre de 2001, lo que supone una clara desaceleración en comparación con el 1,4% alcanzado en los primeros tres meses del año. Pese a estos malos datos, el Gobierno sigue insistiendo en una clara mejoría durante el segundo semestre del ejercicio.

La expansión económica del primer semestre queda así en el 1%, según los datos emitidos ayer por la Oficina Federal de Estadística, con sede en Wiesbaden. Se trata del crecimiento más bajo registrado desde el primer trimestre de 1997 (que fue del 0,1%), lo que confirma las pesimistas perspectivas anunciadas por los principales institutos económicos del país.

Según los datos publicados por Estadística, la debilidad de la actividad fue sobre todo fruto del retroceso de las inversiones en la construcción, denominado como el "paciente crónico" de la economía alemana, que en el segundo trimestre retrocedieron un 5,4% respecto al mismo periodo de 2000.

Las exportaciones, por el contrario, continuaron siendo el motor de la economía, aunque con menor fuerza que en el trimestre anterior. Respecto al segundo trimestre de 2000, las exportaciones se incrementaron un 9,1%, después de un crecimiento interanual del 11,3% en los primeros tres meses.

Frente a la confirmación de los malos presagios, en círculos financieros fueron recibidas con gran satisfacción las cifras referentes a la evolución del consumo. En el segundo trimestre registró un incremento del 3,4%, lo que representa una ligera recuperación, frente al 3,1% del primer trimestre.

En los últimos meses, los expertos han coincidido en ir rebajando sus pronósticos de crecimiento, como resultado del debilitamiento coyuntural detectado a escala internacional. Del 2,7% que se preveía hace cerca de un año, se ha pasado a previsiones que oscilan entre el 1% y el 1,5%. El Gobierno mantiene, por el momento, sus previsiones oficiales de un 2% para este año, aunque tanto el canciller Gerhard Schröder como el ministro de Hacienda, Hans Eichel, han insinuado repetidamente que no se alcanzará este objetivo a causa de la situación coyuntural internacional.

Recesión

Pese a la confirmación de la menor actividad, la economía alemana crecerá un 0,9% este año, evitando de ese modo la temida recesión, según pronosticaron ayer los expertos.

"La evolución económica en el segundo trimestre de este año fue claramente débil, pero no creo que hayamos tocado fondo. El próximo trimestre transcurrirá positivamente", opinó el economista jefe del Dresdner Bank, Klaus Friedrich. A su juicio, las razones de la debilidad económica en la primera mitad de este año obedecieron no sólo a la falta de demanda en el extranjero, sino también en Alemania, ante todo en el sector de las inversiones. Friedrich pronosticó que sólo se logrará un crecimiento del 0,9% para el conjunto de 2001, si la coyuntura mejora hacia finales de año, de lo que hay indicios esperanzadores.

Este experto confía en que la recuperación en 2002 de la primera economía europea continuará y que para entonces se alcanzará un crecimiento cercano al 2%.

En una entrevista con la revista Wirtschaftswoche, el vicepresidente del Bundesbank, Jürgen Stark, coincidió en que no habrá una recesión en Alemania y es ligeramente más optimista sobre la mejora para este año, con un crecimiento de algo más del 1%. Para 2002, el economista pronosticó también un crecimiento algo mayor del 2% y un descenso de la inflación, que comenzará en los próximos meses, así como una mayor demanda interna.

Sobre la política monetaria del Banco Central Europeo, Stark consideró que no se podrá pensar en un nuevo recorte de los tipos de interés hasta verificar si son duraderos dos fenómenos contradictorios: la reducción de la inflación y el aumento de la masa monetaria.

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