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La Bolsa evita en el último minuto el mínimo del año

Salvados por la campana, que en este caso fue, como siempre, la apertura al alza de los mercados de acciones estadounidenses. La Bolsa española vivió ayer la jornada más tensa de las últimas cuatro semanas, con una fluctuación del 2,5% entre el máximo y el mínimo del día. Al final sólo cayó un 0,12% por el maquillaje de los últimos compases.

El súbito incremento de la actividad en la última media hora de actividad, al pasar las operaciones del mercado continuo desde los 700 millones de euros a los 1.016 millones de euros evitó lo peor. Para entonces, claro está, tanto el Dow Jones como el Nasdaq mantenían las ganancias del comienzo de la sesión.

Los nervios están a flor de piel en un mercado sin dinero. Cifras irrisorias de negocio son capaces de golpear a los valores del mercado, sean grandes, pequeños o medianos. También, de provocar incrementos notables en la volatilidad de los índices. Entre el máximo y el mínimo intradía se produjo una variación del 2,5%, porcentaje muy alto dado el fuerte castigo que ya acumula el mercado en los últimos 17 meses.

La nota más dramática se produjo cuando el Ibex entró en barrena y a punto estuvo de perder el nivel técnico y psicológico de los 8.000 puntos. En las dos últimas sesiones la Bolsa española ha repetido la misma secuencia. Ha marcado mínimos anuales intradía (el mínimo de cierre se fijó el 25 de julio en los 8.153,5 puntos) y ha recuperado posiciones en los últimos compases. No logra, al menos por el momento, sin embargo, despegarse de esa zona de mínimos del año.

Respecto a los cortos volúmenes de negocio, los expertos son tajantes. "La liquidez es la clave, la esencia del mercado. Nos quejamos de los cortos volúmenes de negocio y cómo éstos tumban los valores sin miramiento alguno. Pero es lo que hay. Una situación típica de mercados depresivos", decía ayer el analista jefe de una firma de Bolsa.

"Claro está que cuando la tendencia cambie, que cambiará, las alzas serán también muy violentas y tampoco requerirán en principio grandes desembolsos. Son las reglas de juego del mercado", añadió. Se explica, de este modo, la capacidad de la Bolsa para caer a plomo durante todo el día y, también, para recuperarse en el tramo final sin grandes aportaciones dinerarias. El maquillaje institucional, apuntaban ayer los expertos, funcionó en un proceso muy similar al vivido el viernes. También, la actuación y el celo de los cuidadores de otras tantas empresas cotizadas.

El suelo está cerca

Hay profesionales de la Bolsa que en los últimos días se muestran más positivos con las valoraciones actuales del mercado al considerar que hay precios de saldo en empresas saneadas y con gran capacidad de crecimiento.

En círculos muy concretos cunde la idea de que éste muy bien ha podido tocar fondo y que lo peor, incluso la suspensión de pagos hipotética de Argentina, ya está recogido en los precios actuales.

Los analistas técnicos, siempre dados a presionar en tendencias exageradamente alcistas o bajistas, son ahora los más pesimistas y dan precios para el Ibex en el entorno de los 7.500 puntos. Gran parte de la volatilidad intradía de las últimas jornadas está provocada, precisamente, por especuladores que utilizan esta técnica operativa.

 

La caída de tipos en EE UU no es la panacea en la actualidad

El consenso de analistas es que el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal que decide sobre la evolución de los tipos de interés procederá hoy a un recorte de 0,25 puntos. De confirmarse, sería el séptimo en el año.

Consideran los expertos, también, que la respuesta de las Bolsas será pobre, sin entusiasmo. Quizá porque, en las seis ocasiones anteriores que han bajado los tipos de interés en Estados Unidos, los inversores en Bolsa no se han desmelenado. Prueba de ello es el 25% que pierde el mercado tecnológico Nasdaq desde enero.

Nadie discute a estas alturas de curso que la razón primera del hundimiento de las Bolsas es la sobrevaloración alcanzada hasta la llegada de la primavera de 2000, momento en el que la burbuja de los valores tecnológicos estalla en todos los mercados.

La situación se combinaría en el otoño con la primera oleada de advertencias negativas sobre resultados empresariales. Desde entonces se han producido tres oleadas más de revisiones a la baja de los resultados de un importante número de empresas cotizadas junto con anuncios de despidos masivos. Han entrado las Bolsas, como norma, en una espiral bajista, porque a peores resultados corresponden precios más bajos, por mucho que hayan bajado hasta ahora.

Hay analistas de prestigio, no obstante, que comienzan a divulgar sentimientos más optimistas si es que la Reserva Federal acuerda un nuevo descenso. Señalan que los niveles de liquidez en los mercados de acciones se han incrementado de manera progresiva en los últimos meses (muchos valores importantes y altamente capitalizados arrojan niveles de sobreventa muy elevados) y que tipos más bajos ya no son seductores.

Analistas, los menos, que apuestan por un movimiento corrector al alza de cierta intensidad para valores de primer orden. No se trataría de un movimiento general.

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