Botín toma las riendas y reúne en Santander la directiva del BSCH
Emilio Botín no ha querido esperar ni un solo día para ejercer como presidente único del BSCH. Pocas horas después del consejo de administración celebrado con carácter de urgencia en Madrid, donde se conoció la renuncia de José María Amusátegui, los directivos de la entidad viajaron a Santander para reunirse con el presidente y conocer sus planes más inmediatos.
Emilio Botín no ha esperado ni un solo día tras la renuncia de José María Amusátegui para controlar las riendas del BSCH y trasladar a los directores generales la idea de que el banco inicia una nueva andadura, con deberes y objetivos inmediatos.
Los 15 miembros de la cúpu-la directiva de la entidad y los dos vicepresidentes Ángel Corcóstegui y Matías Rodríguez Inciarte celebraron ayer una reunión en Santander que tuvo como extraordinaria el estar precedida por un almuerzo con Emilio Botín.
Aunque portavoces del banco eludieron explicar el contenido de la reunión por ser de "carácter interno", es previsible que se abordaron los asuntos pendientes de la entidad tras los cambios desencadenados con la renuncia de Amusátegui. Entre ellos, la definición de la marca comercial y el tamaño de la comisión directiva. Y es que, a pesar de que en el consejo de administración del 26 de junio se decidió sobre ambos asuntos, no se descartan cambios respecto a las decisiones adoptadas entonces. En principio, el consejo de junio acordó que la denominación del banco sería BSCH, pero otras fuentes creen que dicha marca cambiará en favor de una denominación más del gusto de Botín, como Santander Hispano.
Los responsables del banco han decidido precipitar los acontecimientos en agosto con el fin de iniciar el curso con la mayor calma posible y alejar el recuerdo de los conflictos internos vividos con toda su virulencia en los últimos días de julio.
El objetivo de Botín es pasar página y tomar las riendas en la nueva etapa del banco de presidencia única para llegar a septiembre volcados en el negocio.
Todos los años la comisión directiva del banco se reúne una vez durante el mes de agosto para analizar la evolución de las distintas áreas de negocio. El resto del año esta reunión tiene lugar una vez a la semana. Pero la reunión fue ayer especialmente notoria por el hecho de celebrarse sólo un día después del consejo de administración en el que quedó cerrado el capítulo de conflictos internos vividos en el banco por el reparto de poder entre los dos equipos de las entidades fusionadas.
Tanto Botín como el consejero delegado Corcóstegui se proponen ahora superar esta fase y funcionar como marca única, aunque, según los analistas, imperará el estilo Santander, con lo que se abren muchas incógnitas respecto al papel que desempeñará Corcóstegui a partir de ahora.
Los directores generales probablemente también hablaron de cómo instrumentar el Programa Dos, centrado en la reducción de costes, el aumento de la rentabilidad de la entidad y el logro de un beneficio de 700.000 millones de pesetas al finalizar 2003.
El banco también está interesado en establecer nuevas estrategias comerciales para aumentar la distribución de productos, como los seguros, segmento del negocio que la entidad pretende potenciar mediante la fusión de Santander Hispano Seguros y BCH Vida el próximo mes de octubre.