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FINAL DE UN CONFLICTO

El banco mantiene el equilibrio entre bloques al no cubrir las dos vacantes

La salida simultánea de José María Amusátegui y Santiago Foncillas del consejo del BSCH mantiene la proporción de voto entre los dos bloques de la entidad. Y es que, aunque ambos procedían del BCH, Foncillas se había puesto del lado de Botín en esta crisis, por lo que cada bando pierde un valedor. El BSCH argumenta que renuncia a cubrir las vacantes, en aras de un consejo de menor tamaño, más acorde con las recomendaciones del Banco de España.

El BSCH ha decidido no cubrir las vacantes producidas con la marcha del copresidente José María Amusátegui y el consejero y vicepresidente cuarto del banco, Santiago Foncillas. Aunque de acuerdo con los estatutos del banco, el consejero delegado, Ángel Corcóstegui, podía cubrir dichos puestos, éste ha optado por amortizarlos en aras del objetivo de ir reduciendo el número de miembros del consejo de la entidad, un adelgazamiento más en línea con la estructura directiva de otros grandes bancos europeos.

Con ello se rompe la proporción entre los consejeros designados por el Santander y los del BCH a favor de los primeros. Otra cosa es el equilibrio de poder, que sigue como estaba actualmente, ya que Santiago Foncillas, procedente del BCH, se había pasado al bando de Emilio Botín, en parte para no salir del consejo y conservar la presidencia de Dragados, algo que provocó una mayor inquietud en el equipo de Amusátegui, que se quedaba sin fuerzas.

Así, el consejo estaba formado por 13 miembros del BCH y 14 del Santander. Con las dos vacantes anunciadas, habría que restar un voto a cada facción, es decir, 12 del BCH y 13 del Santander. En total, 25 miembros, un tamaño más acorde con las recomendaciones del Banco de España.

El banco quiere convencer al mercado de que inicia una nueva andadura, un nuevo banco con un equipo único, al margen de que sus responsables procedan de uno u otro de los bancos fusionados.

Foncillas apostó por Botín en la crisis para evitar salir del consejo y, sobre todo, perder la presidencia de Dragados.

El consejo de administración constató también su deseo de que Santiago Foncillas, de 72 años, siga como presidente de Dragados, aunque jurídicamente sea el consejo de la empresa el que deba ratificarle, según la compañía.

El banco posee un 20,2% en la constructora y un 10,7% en Unión Fenosa, entre participación directa e indirecta.

Fuentes de la entidad señalaron ayer que la salida de Amusátegui del banco no implicará una reducción de la participación en la eléctrica.

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