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Botín gana la pugna en el BSCH tras la renuncia pactada de Amusátegui

El BSCH ha puesto punto y final a la lucha interna entre los equipos de los dos bancos fusionados, con una salida pactada del copresidente José María Amusátegui, procedente de BCH, siete meses antes de lo previsto en el protocolo de fusión, y la renuncia de Santiago Foncillas, consejero y vicepresidente cuarto, procedente también de BCH, pero valedor de Emilio Botín en esta crisis. Aunque Botín gana el pulso claramente, al asumir antes de lo previsto la presidencia única, Amusátegui consigue una salida honrosa. Se mantiene en la presidencia de Unión Fenosa y se convierte en presidente de honor del banco, además de dejar atados los poderes ejecutivos de Corcóstegui.

El BSCH acabó ayer con el conflicto que ha vivido en los últimos meses, mediante una salida pactada del copresidente José María Amusátegui, siete meses antes de la fecha prevista en el protocolo de fusión. Aunque Emilio Botín gana claramente el pulso con el ex presidente de BCH, éste se reserva una salida honrosa, al mantener la presidencia de la eléctrica Unión Fenosa y convertirse en presidente honorífico del banco.

Además, asumirá la presidencia de la Fundación Santander Central Hispano, desplazando a Alfonso Escámez. Que la solución estaba próxima se intuía desde que el pasado 2 de agosto Botín lanzara un guiño a Amusátegui y reconociera públicamente que sin su contribución la fusión y los éxitos del banco no habrían sido posibles.

La salida de Amusátegui se dio a conocer ayer tras una reunión del consejo de administración de la entidad celebrada por sorpresa en Madrid y convocada la noche anterior. En el mismo se aceptó también la renuncia de Santiago Foncillas, como consejero y vicepresidente cuarto del banco. Aunque procedente del BCH, Foncillas había decidido apostar por Botín en esta crisis, por lo que su salida es interpretada como una cesión del equipo de Botín. En cualquier caso, Foncillas, por edad, tenía que salir de la dirección en marzo de 2002.

En un comunicado de prensa, el banco señala que "como consecuencia de la renuncia de Amusátegui se produce la automática terminación del periodo de copresidencia previsto en la disposición transitoria de los estatutos del banco, asumiendo Emilio Botín, desde este momento, la presidencia única del banco y de sus órganos de administración, con plenos poderes y funciones". En el mismo comunicado se vuelve a ratificar a Ángel Corcóstegui como vicepresidente primero y consejero delegado, "dependiendo de él todas las divisiones del Grupo".

El reforzamiento de los poderes ejecutivos de Corcóstegui, procedente del BCH, ha sido clave en las negociaciones para sellar la paz. De hecho, el consejero delegado ha sido el principal mediador entre los dos copresidentes.

Amusátegui no estaba dispuesto a anticipar su marcha sin dejar atados los poderes de Corcóstegui, obligado a cohabitar a partir de ahora con un presidente único acostumbrado a ser ejecutivo, cuando por derecho, es el consejero delegado quien tiene los mandos del día a día, como responsable de todas las líneas de negocio.

De cómo se desarrolle esa relación dependerá el futuro del banco, que a partir de ahora tendrá que recuperarse de una digestión compleja de la fusión e inicia una nueva etapa en la que la copresidencia da paso a la presidencia única y se unifica la marca.

Portavoces del banco señalan que los protagonistas del conflicto han optado por una solución lo menos traumática posible en aras de la imagen y el negocio de la entidad. En los últimos días de julio ésta parecía imposible. La destitución del director general de Comunicación, Luis Abril, fue recibida como un ataque frontal de Botín al bando del BCH y Amusátegui llegó a amenazar con plantear un conflicto jurídico contra el equipo del Santander por incumplimiento del pacto de fusión y de los acuerdos adoptados en el consejo extraordinario del 26 de junio.

Las mismas fuentes aseguran que Amusátegui ha manifestado que no ha recibido una sola peseta por anticipar su marcha. Otras fuentes indican que las negociaciones de los últimos días incluían una indemnización cuya cuantía y se ha llegado a hablar de una cuantía de 15.000 millones de pesetas.

 

UGT cree que Corcóstegui será el próximo en dejar el banco

El sindicato UGT está convencido de que la salida de José María Amusátegui de la presidencia del Santander Central Hispano irá seguida de la del actual consejero delegado, Ángel Corcóstegui, cuya posición y poderes a partir de ahora son una de las principales incógnitas que se abren en el futuro del grupo.

Así lo afirmó ayer el secretario general de la Federación de Servicios de UGT, Juan Sánchez, quien aseguró que la renuncia de Amusátegui traerá "muchas complicaciones" al banco, pues "aún queda por ver" si el presidente único, Emilio Botín, aceptará adaptarse a la cultura del BCH o "impone su ordeno y mando". De producirse esta última situación, explicó Sánchez, Corcóstegui se convertirá en un "hombre de paja" y en un "borreguito" a las órdenes de Botín.

CC OO se mostró más conciliador y destacó que la marcha del copresidente deja al banco en "mejores condiciones para encarar el futuro". La secretaria general de la federación de banca del sindicato, María Jesús Paredes, aseveró que la gestión de Amusátegui "ha sido inteligente" en una etapa "muy dura" para la entidad.

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