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INTERNACIONAL

El dólar cae frente al euro y el yen por los signos de debilidad de EE UU

La divisa estadounidense cedió ayer ante la moneda europea, que llegó a cotizar a 0,90 unidades por dólar, y ante el yen japonés, hasta las 122,3 unidades. Sin embargo, el motivo no es tanto la fortaleza europea como la debilidad del dólar, que está sufriendo daños por las dudas de los inversores sobre la reactivación económica de Estados Unidos.

La divisa europea subió ayer por encima de los 90 centavos de dólar por primera vez en tres meses y medio, y los analistas coinciden en que el principal motivo de este giro es la creciente desconfianza de los inversores sobre el ritmo y el alcance de la tan esperada "reactivación" de la economía estadounidense.

La estratega de inversiones Allison Montgomery, del banco Morgan Stanley, sigue considerando EE UU como un destino atractivo para los inversores. Pero reconoce que "algunos están cuestionando los aumentos de productividad y crecimiento" de esta economía.

Chris Widness, de JP Morgan Securities, señalaba ayer en un informe que "los signos de debilitamiento económico global están pesando sobre el dólar y las divisas con unos tipos de interés relativamente altos".

Aunque los tipos a corto de EE UU son inferiores a los del euro, "la rentabilidad de sus bonos es prácticamente equivalente" y "el dólar es considerado más vulnerable en periodos de aversión del riesgo, porque será más difícil financiar el elevado déficit por cuenta corriente de EE UU".

El banco Merrill Lynch también anota en su último informe sobre los mercados de deuda que "el euro ha emergido claramente como la divisa más fuerte del G-3 (EE UU, zona euro y Japón) durante el último mes". Y el analista Marc Chandler, de HSBC, habla de que el euro "puede haber tocado suelo finalmente".

La moderación del dólar será recibida como agua de mayo por muchas compañías estadounidenses, que llevan meses quejándose ante el Gobierno de George Bush de que el billete verde está sobrevalorado y les está provocando daños importantes en sus exportaciones. Montgomery no esperaba que el Gobierno norteamericano hiciera nada por moderar la divisa, pero sí cree que sus funcionarios estarán "relativamente felices viendo una corrección [a la baja] del dólar, siempre y cuando sea moderada y dentro de un orden".

Los inversores llevan meses esperando que la economía estadounidense repunte y tenían grandes esperanzas en los efectos de los recortes de tipos de interés ordenados por la Reserva Federal (seis bajadas desde enero, que han dejado los tipos interbancarios en el 3,75%). Sin embargo, el último Libro Beige publicado por el banco central confirmó que la economía de EE UU permaneció estancada en los meses de junio y julio.

 

Europa y Japón también sufren la desaceleración

La recuperación del euro y el yen en las últimas semanas no pasa, en ningún caso, por una recuperación de sus economías. Tanto Europa como Japón presentan un deterioro constante de sus indicadores de actividad que ha llevado a los analistas a revisar de nuevo a la baja sus previsiones de crecimiento para estas regiones.

En el caso de Japón, el Gobierno hizo público ayer el dato de la balanza por cuenta corriente, que por séptimo mes consecutivo volvió a deteriorarse, aunque aún mantiene su tradicional superávit. El dato de junio es un 40,5% inferior al resultado del mismo mes de 2000 debido, principalmente, al retroceso de las exportaciones (-8,9%), lo que ofrece un negativo panorama a la industria y las empresas de alta tecnología de cara a los próximos meses.

Por su parte, el Banco Central Europeo reconoce en su último informe que el crecimiento de la zona euro "será menor de lo previsto" en la segunda mitad del año y que se puede deteriorar aún más, dependiendo del comportamiento de la economía mundial.

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