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La crisis no daña la salud financiera de las empresas

La Bolsa española ha pagado muy cara la exposición de sus grandes empresas a Latinoamérica. Sin embargo, la calificación de riesgo crediticio, que mide la capacidad que tienen las compañías para hacer frente al pago de sus emisiones de deuda, ha quedado casi intacta. Además, las compañías del Ibex que generan una parte de sus ingresos en esa zona geográfica mantienen excelentes calificaciones crediticias por parte de las agencias de riesgo.

La tormenta argentina no ha podido con la calificación de riesgo crediticio de las compañías españolas. Un mes después de que rebrotaran en el país andino los temores a un impago de la deuda, la gran mayoría, excepto Endesa, mantiene su nota a pesar de que los cinco grandes valores del Ibex obtienen más de la mitad de sus beneficios en América Latina.

Las principales firmas de calificación de riesgo prácticamente no han modificado su opinión respecto a la solvencia crediticia de estas compañías. Como mucho, han decidido asignar a algunas compañías el estado de lo que ellas denominan vigilancia negativa, o sea, advertir que existen riesgos que podrían llevar a un recorte en la calificación de riesgo.

Desde que empezó el año, las firmas que miden el riesgo de impago en la deuda emitida por las compañías -conocidas como agencias de rating- se han visto obligadas a cuantificar el impacto que una posible devaluación o cancelación de las obligaciones estatales argentinas tendría sobre las compañías españolas con inversiones en la zona. Actualmente, cuatro de los cinco grandes valores del Ibex tienen colgado el cartel de vigilancia o perspectiva negativa por alguna de estas firmas. Lo que a priori puede parecer un dato negativo, no lo es tanto si atendemos a las explicaciones que ofrecen los expertos.

La gran banca, a salvo

En el caso de los dos principales bancos, BBVA y BSCH, los analistas aseguran que ambas entidades serán capaces de soportar la actual crisis argentina. "Nuestro rating refleja que ambos pueden superar sin problemas esta situación. No es que sean inmunes, lo que ocurre es que, en un contexto de todo el grupo, Argentina representa una parte muy pequeña", asegura María Cabanyes desde Moody's. No obstante, explica Cabanyes, "nuestra visión actual no comprende la peor de las hipótesis: devaluación o impago de la deuda gubernamental". En ese caso, el impacto sobre la calificación futura de ambas entidades podría ser negativo". Aun así, esta analista asegura en su último informe que si el alcance de la crisis fuera mayor de lo que prevén ambos bancos "las cantidades, comparadas con el total de las cuentas del grupo, serían manejables".

En Standard & Poor's (S&P) utilizan el mismo término para calificar la actual situación de riesgo de los bancos españoles. "En lo que respecta a Argentina, la situación es manejable tanto para BSCH como para BBVA", sostiene Ángela Cruz, analista de instituciones financieras de esta firma. "El peligro aumentaría si se produjera una situación de estrés regional. En ese caso, el BBVA sería el menos perjudicado por su mayor exposición en México, una economía más ligada a EE UU", añade Cruz.

Entre los grandes valores del Ibex, el único que este año ha sufrido una rebaja de un escalón en su calificación de riesgo ha sido Endesa. El pasado 8 de junio Fitch rebajó de AA- a A+ su visión sobre la eléctrica. "La rebaja obedece al mantenimiento de sus actuales niveles de endeudamiento, al mismo tiempo que la compañía se embarca en un proceso de expansión e incrementa su exposición en sus filiales latinoamericanas", aseguró Fitch.

Por su lado, las otras dos agencias de calificación han situado el rating de Endesa en vigilancia negativa. Repsol es la compañía española que más depende de su negocio latinoamericano. La compra de YPF en 1999 ocasionó que casi dos tercios de sus beneficios provengan de esa zona geográfica y la mayor parte de ellos de Argentina.

La particularidad de Repsol

Pero la particularidad del negocio de Repsol (el petróleo cotiza en dólares y no se ve afectado por una posible devaluación) ha supuesto que la mayor parte de las objeciones efectuadas por las agencias de calificación crediticia tengan que ver con el endeudamiento tras la compra de YPF. En este sentido, la solvencia de crédito permanece invariable desde ese año, a excepción de un reciente cambio de perspectiva por parte de la agencia Moody's.

A pesar de todos los problemas y el riesgo implícito de una economía emergente como Latinoamérica, las compañías del Ibex presentes en la zona mantienen una tarjeta intachable en cuanto a su calificación financiera. Así, todas están en el grupo calificado como de investment grade (por encima de la triple BBB) por los analistas de riesgo, que implica no sólo una buena salud financiera, sino que puedan acceder al mercado de deuda sin tener que costear altos tipos de interés.

 

La solvencia de Telefónica resiste todos los envitesdel mercado

Del pinchazo de la burbuja tecnológica se pasó a la decepción por el retraso de la puesta en marcha de la costosa telefonía móvil de tercera generación. De ahí a la oleada de recortes sobre beneficios, y después llegó la crisis argentina. Pero la calificación de riesgo de Telefónica casi no ha variado, en comparación con el resto de sus homólogas europeas.

Los expertos señalan que gran parte de este mérito se debe a la forma en que la operadora ha conquistado otros mercados. Telefónica no se gastó ni un duro en tomar el control de sus filiales latinoa-mericanas -lo hizo a través de emisiones de nuevo papel- y además le sobró dinero para costear parte de las carísimas licencias de telefonía móvil de tercera generación en Europa. Asimismo, ha logrado compensar las caídas en las tarifas telefónicas aumentando el tráfico y los márgenes de negocio.

Por ello, y a pesar de haber perdido un 33% de su valor de mercado en los últimos 12 meses, Telefónica ha logrado mantener su estatus como una de las compañías telefónicas más solventes. Sólo Fitch rebajó, en septiembre del año pasado, su nota un escalón, después de que la española lograra en Italia su quinta licencia de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Europa.

Mientras, compañías como KPN, Sonera o Telecom Italia perdían en algunos casos hasta dos escalones en su calificación de riesgo crediticio y sus emisiones de deuda rozaban la barrera que la acercaban a los bonos de alto rendimiento o bonos basura.

Los expertos siguen confiando en que la capacidad de telefónica para generar ingresos y la salud de sus cuentas financieras son suficientes paran soportar los riesgos de las inversiones en Latinoamérica y el coste de la UMTS.

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