_
_
_
_

España ocupa el lugar 19 entre los 72 países de mayor desarrollo tecnológico

Número de patentes per cápita, grado de difusión de Internet, índice de extensión de la telefonía y tasa de matriculación en ciencias, matemáticas e ingeniería, entre otros. æpermil;stos son los factores que han llevado a Naciones Unidas a establecer una clasificación mundial de adelanto tecnológico. España encabeza el segundo grupo, denominado líderes potenciales, que sigue al bloque integrado por las 18 naciones con mayor nivel de innovación tecnológica del mundo.

España es el número uno de los denominados líderes potenciales en adelanto tecnológico, pero todavía no forma parte de la elite de potencias que encabezan actualmente este ámbito de desarrollo. Así se concluye en un informe que ha elaborado la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que clasifica 72 países de todo el mundo en función de su nivel de adelanto en tecnología e innovación.

Pese a abrir el grupo de países con mayores posibilidades de crecimiento (líderes en potencia) por delante de Italia, Grecia y Portugal, España ocupa el puesto decimonoveno en la clasificación general que contiene el informe de la ONU, por detrás de las 18 naciones con mayor nivel de innovación tecnológica en el mundo. Así, el documento de la ONU divide los 72 países estudiados en cuatro grandes grupos: líderes, líderes potenciales (encabezado por España), seguidores dinámicos y marginados.

En el primer bloque de la clasificación, los líderes, encabezado por Finlandia, Estados Unidos, Suecia y Japón, se integra gran parte de los países de la Unión Europea. Así, además de Finlandia y Suecia, figuran los Países Bajos, Reino Unido, Alemania, Irlanda, Bélgica, Austria y Francia.

Según el informe de la ONU, las naciones que integran este bloque se encuentran en la vanguardia de la innovación tecnológica, registran grandes logros en materia de creación, difusión y conocimientos especializados en tecnología y se diferencian del resto en su elevado índice de invenciones. El propio informe señala que existe "una gran disparidad" en este ámbito entre el último clasificado del primer bloque (Israel) y el primero del siguiente (España).

æpermil;sta, junto a Italia, Grecia y Portugal, se integra en el grupo de líderes potenciales, que agrupa los países que han invertido en altos niveles de conocimientos especializados, pero "realizan pocas innovaciones". Además de las cuatro naciones comunitarias, en este grupo se encuentra también Hong Kong, Malasia, México, Eslovenia y Argentina, entre otras.

Uruguay es el primer país de la clasificación de seguidores dinámicos -en su mayor parte países en vías de desarrollo que cuentan con cierto nivel de conocimientos especializados-, en el que figuran naciones como Brasil, China, Perú o India. El último grupo señalado en el informe, el de los marginados, engloba países en los que grandes sectores de la población "no se han beneficiado de la difusión de la tecnología antigua". En él se integran Nicaragua, Pakistán, Senegal y Ghana, entre otros. La valoración que realiza la propia ONU del estudio incide en que estas clasificaciones demuestran un "dinamismo considerable" en varios países. Un ejemplo de ello es Irlanda, que se sitúa por delante de economías industriales tan establecidas como Austria o Francia.

El estudio que ha realizado Naciones Unidas incluye una serie de variables cuya combinación da lugar a un índice que se utiliza para clasificar a los países. Así, se tienen en cuenta datos como el número de patentes per cápita, el grado de difusión de Internet, el índice de exportación de tecnología, el número de teléfonos fijos y móviles, el consumo de electricidad, la media de años de escolarización y la tasa bruta de matriculación de investigadores en ciencias, matemáticas e ingeniería.

Mientras que en alguno de estos factores España se aproxima mucho a los países del primer bloque de la clasificación (es el caso de la exportación de productos de alta tecnología, el número de teléfonos por población o la tasa de matriculación en ciencias), en otros las diferencias son notables. Un ejemplo de ello es el número de patentes per cápita; mientras en España la cifra es de 42, en Francia es de 205 y en Japón de 994.

Archivado En

_
_