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La competitividad de la exportación cayó el 0,9% y se moderan los pedidos

La competitividad en precio de las exportaciones españolas empeoró un 0,9% en los mercados de la OCDE durante el primer trimestre de este año, periodo en el que se produjo también una moderación en la actividad exterior de las empresas y en la cartera de pedidos a corto y medio plazo.

La ralentización del comercio mundial y la recesión de la economía norteamericana se han traducido ya en una caída de la actividad y los pedidos a corto y medio plazo de las empresas exportadoras españolas durante el primer trimestre de este año, periodo en el que se produjo también un empeoramiento del 0,9% en la competitividad de las exportaciones españolas en los mercados de la OCDE .

Los datos de la encuesta de coyuntura de la exportación correspondiente a los tres primeros meses de 2001, que hizo públicos ayer la Secretaría de Estado de Comercio, muestran como sólo un 31,6% de las empresas consideraba alto su nivel de actividad exportadora entre enero y marzo, 17 puntos menos que en el último trimestre de 2000. Por el contrario, aumentaban 23 puntos, hasta el 55,3%, las empresas que declaraban un nivel de actividad exterior medio, y se reducían en seis puntos, hasta el 12,9%, las que lo consideraban bajo.

Esta tendencia se mantenía también en la evolución de la cartera de pedidos a corto y medio plazo, con un claro dominio de la estabilidad en el primer supuesto, que afecta al 49% de las empresas, frente a un 38% con cartera alza. Una situación que mejora para el medio y largo plazo, aunque siempre por debajo de los resultados del trimestre precedente.

Así, las empresas que en marzo de este año declaraban un aumento en su cartera de pedidos exteriores hasta marzo de 2002 se elevaban al 59,1% del total, más de siete puntos por debajo de las que lo hacían en diciembre de 2000. Mientras, aumentaban en la misma proporción, hasta el 32%, las empresas con expectativas de cartera estable.

En este contexto, la actividad exterior de las empresas españolas se vio también afectada por la citada pérdida de competitividad en precio de nuestras exportaciones frente a la OCDE. Un empeoramiento atribuible en gran medida a la evolución alcista del euro y, por consiguiente, de la peseta, con respecto al resto de las divisas de los países desarrollados no integradas en la Unión Monetaria y, en especial, con respecto al dólar estadounidense (1,3%), yen japonés (8,9%), la libra esterlina (2,5%) y la corona sueca (5,1%).

El efecto del aumento de la tasa de inflación fue prácticamente nulo en este área, por lo que los técnicos de la Secretaría de Estado de Comercio estiman que esta pérdida de competitividad entre enero y marzo "será reabsorbida" en los meses siguientes dada la evolución depreciatoria del euro en la mayor parte del segundo trimestre.

La apreciación del euro fue también la causa del empeoramiento en 0,4 puntos de la competitividad exterior de los bienes y servicios españoles en los mercados de la UE, mientras que frente a los 12 países de la Unión Monetaria, donde los tipos de cambio son irrevocablemente fijos, la competitividad en precio de nuestras exportaciones mejoró un 0,1%, tasa equivalente a la mejora en el diferencial de inflación..

 

Optimismo en materias primas y automóvil

Si los mayores niveles de actividad exportadora durante el primer trimestre se concentraron esencialmente en el sector de materias primas (57%), las expectativas hasta marzo de 2002 no sólo elevan hasta el 64% el número de empresas de este área con evolución alcista en su cartera de pedidos para exportación, sino que incorporan el grupo de mejora al automóvil (primer sector exportador de la economía española, con el 23% de to-das las ventas exteriores).

En concreto, el 66% de las empresas de la industria de la automoción declara una cartera de pedidos al alza a medio plazo, frente a un 31,6% con cartera estable, y sólo un 1,5% admite un retroceso.

Por áreas geográficas, el 63% de las empresas que exportan a la Unión Europea estima que sus ventas evolucionarán al alza frente a un 3% con expectativas a la baja; mientras que para las demás regiones predominan las previsiones alcistas en América del Norte y la estabilidad para el resto de mercados.

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