Jordi Canals: 'Estamos viviendo una revolución del conocimiento'
Dicen los que le conocen que Jordi Canals, de 40 años, responde al modelo de directivo que demandan las empresas: defensor del trabajo en equipo, de la flexibilidad, de trato exquisito, pero, además, con sobrados conocimientos de cómo se debe dirigir el IESE, una de las escuelas de negocios de mayor prestigio del mundo. Es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, es de discurso reposado y ha desarrollado puestos docentes en la Universidad de Harvard y en el IESE, centro en el que acaba de tomar posesión de su cargo, en sustitución de Carlos Cavallé.
Pregunta. ¿Qué proyectos a corto plazo tiene?
Respuesta. Principalmente, tres grandes objetivos. En primer lugar, crecer en calidad y cantidad. Necesitamos buenos profesores y, en este sentido, seguiremos atrayendo a profesores capaces de crear ideas y opiniones. Queremos que nuestros docentes sean los mejores en cuanto a conocimientos en la dirección de empresas y que aporten cosas útiles. En segundo lugar, consolidar la presencia global del IESE en el mundo. Tenemos operaciones en cuatro continentes, pero queremos impulsar la escuela que tenemos en Brasil, reforzar la que tenemos en China y establecer alianzas internacionales con escuelas norteamericanas, con el fin de cubrir las necesidades que tienen las empresas con operaciones en Europa y Estados Unidos. En los próximos seis meses firmaremos nuevas alianzas con escuelas de primer nivel.
P. ¿Y el tercer proyecto?
R. La investigación. El IESE tiene que seguir en la misma línea y ser una escuela capaz de generar ideas propias de dirección de empresas. Es muy importante la visión humanista, porque cada vez más las personas están en el centro de las compañías. Tiene que haber una interacción entre investigación y nuevas tecnologías.
P. Las nuevas tecnologías han desencadenando una auténtica guerra por el talento.
R. Las empresas se plantean ahora la gestión de las personas de manera distinta. No quieren perder a gente valiosa. Las empresas españolas están compitiendo con multinacionales que ofrecen, por ejemplo, a los graduados del IESE sueldos muy altos y unas posibilidades de desarrollo profesional. Esto fuerza a las empresas a diseñar proyectos para atraer a personas valiosas. Lo que permiten las nuevas tecnologías es asimilar conocimientos y familiarizarse con problemas específicos de manera más rápida.
P. Los expertos apuntan a que las empresas invierten poco en formación continua.
R. Las compañías están descubriendo que el coste de la formación continua es más elevado de lo que pensaban, y que, si no es así, la calidad puede ser también inferior. Para niveles directivos la formación a través de Internet es un complemento, no un sustituto de la formación en aula. El desarrollo de las capacidades viene dado por la interacción de las personas. Está demostrado que como mejor se aprende es en grupo.
P. ¿En qué ha cambiado la dirección de personas en los últimos años?
R. Es fundamental tratar y motivar a las personas. Esto no cambia con el tiempo. Lo que sí existe es el deseo de crecer y mejorar. Es necesario generar confianza, que las personas participen en la toma de decisiones y tener unos valores éticos. Con las nuevas tecnologías y la globalización, tenemos muchos más conocimientos. Todo es urgentísimo y, además, hay que saber cómo operan las empresas en Asia y en Estados Unidos. Estamos viviendo una revolución del conocimiento.
P. ¿Qué rasgos ha de tener el nuevo directivo?
R. Es difícil trazar un denominador común, pero los directivos han de tener un sentido emprendedor y una visión estratégica del negocio. Ocurre que muchos emprendedores tienen un proyecto bonito, pero les falta una estrategia para desarrollar. Otra cualidad importante es el sentido humanista en cuanto a la dirección de personas, tener capacidad para aprender conocimientos nuevos, Y sobre todo, capacidad para comunicar sus ideas y proyectos a las personas que forman su equipo.
Alianzas alrededor del mundo
Entre los planes del director general del IESE no se encuentra la fusión con otra escuela de negocios internacional. Aunque, reconoce con la prudencia que le caracteriza, 'no la descarto'. Y añade que si dos escuelas de negocios se plantean una posible fusión, ésta ha de tener una visión de futuro. 'Pero, además, ha de haber consenso entre los profesionales, compatibilidad cultural para elegir un camino u otro', explica Canals.
Lo que no descarta es la alianza con otras escuelas internacionales para impartir formación a directivos. De momento, ofrece programas formativos con Harvard Business School, MIT Sloan, Michigan Business School, Wharton y McKinsey. Con la escuela de Wharton ofrece un programa dirigido a directivos de entre 40 y 45 años, con experiencia, centrado en nuevas tecnologías. Con Harvard Business School ofrecerá, a partir de octubre, un plan para directivos europeos de compañías en proceso de cambio. En octubre realizará con Michigan un programa centrado en el liderazgo dentro de la economía global.