Rusia pone en marcha un nuevo modelo de defensa basado en la alta tecnología
En la actualidad, Rusia cuenta con 1.700 empresas de propiedad estatal dedicadas a la defensa, herencia de la antigua Unión Soviética.
El diseño de la nueva industria militar rusa ya está en marcha. El Gobierno aprobó el pasado viernes un plan por el que pretende modernizar y reducir a la mitad el número de empresas armamentísticas, con el fin de aumentar la rentabilidad y la eficiencia del sector. El proyecto será debatido por el Parlamento a finales de agosto y se marca como horizonte 2006.
En la actualidad, Rusia cuenta con 1.700 empresas de propiedad estatal dedicadas a la defensa, herencia de la antigua Unión Soviética. Su estructura responde al esquema de la época de la Guerra Fría y, como sus fuerzas armadas, otorga prioridad al armamento nuclear y a los acuerdos convencionales con los aliados tradicionales.
El objetivo del Gobierno es crear una industria menos atomizada y dedicada a la fabricación de armamento de alta tecnología. Para ello, impulsará por un lado las fusiones entre estas industrias para crear grandes complejos a la manera del consorcio europeo EADS o la estadounidense Boeing y, por otro, la privatización de buena parte de estas industrias.
Con ello el beneficio es doble. La reestructuración del sector ofrece, a través de la venta de empresas, una nueva fuente de ingresos para la maltrecha economía rusa y, mediante el ajuste de personal militar, grandes ahorros al presupuesto público.
Pero, sin duda, lo más importante es que el proyecto supone el establecimiento de nuevas bases de crecimiento para la economía rusa, con la alta tecnología como telón de fondo. El proyecto está estrechamente ligado a las discusiones en torno al plan de Estados Unidos de poner en marcha un nuevo sistema antimisiles. Ambos países confían parte de la reactivación económica a la industria de defensa, con inversiones públicas billonarias en el caso de EE UU.
Hasta ahora, Rusia se oponía a cualquier modificación del tratado vigente, pero un nuevo diseño de defensa internacional puede suponer una gran oportunidad de negocio para la industria de defensa rusa.