Ramallo medió en mayo en un intento de venta de Gescartera
El ex diputado del PP y ex vicepresidente de la CNMV hasta octubre pasado Luis Ramallo intermedió hace tres meses en el intento de compra de Gescartera por parte de una entidad financiera extranjera, operación que resultó fallida. Dicha sociedad de bolsa fue intervenida por la propia CNMV el pasado 15 de junio.
La mediación de Ramallo se produjo, según su versión, a iniciativa de la entidad bancaria, a cuyo consejero delegado puso en contacto con Jaime Morey, director general de Gescartera. El ex vicepresidente de la CNMV medió en mayo, sólo un mes antes de que el regulador del mercado interviniera la agencia por encontrar en ella serias irregularidades.
"Vinieron a mi despacho a interesarse por la compra de una agencia de valores y me limité a ponerles en contacto con ésta tras comentárselo a Antonio Camacho", apoderado y principal accionista de Gescartera, ahora en prisión. "Finalmente les presenté a Morey, al que yo tampoco conocía de antes, y ahí acabó mi intervención", dice Ramallo.
El ex diputado subraya que en su etapa como vicepresidente de la CNMV, entre octubre de 1996 y el mismo mes de 2000, no tuvo contacto con los responsables de Gescartera, aunque sí conoció la investigación que se le abrió hace tres años. "Convocamos un consejo extraordinario de la comisión, comprobamos su lista de clientes, las inversiones de cada uno de ellos, vimos que no faltaba dinero al estudiar los saldos bancarios de la compañía y la cosa no fue a más", afirma.
La investigación, "una de las más duras que recuerdo en la CNMV", explica Ramallo, fue conducida por los entonces consejeros José Manuel Barberán y David Vives. Ninguno trabaja ya en la comisión. "Yo no participé en la misma ni tuve que ver con la división que la llevaba, pero puedo dar fe de que fue una de las sociedades más controladas desde 1999", añade.
En el curso de dicha investigación fue cuando la comisión llamó al vicario de la diócesis de Valladolid para que expusiera lo ocurrido con las inversiones del arzobispado en Gescartera "porque ya entonces había gente que nos decía que faltaba dinero", asegura Ramallo. Las pesquisas se cerraron en este caso sin sanciones (como adelantó Cinco Días el pasado sábado), puesto que el arzobispado pudo recuperar a tiempo los 1.000 millones que, aproximadamente, había confiado a la sociedad ahora intervenida. En estas investigaciones, añade tajante Ramallo, "Enrique Giménez-Reyna se mantuvo siempre al margen y no nos pidió nada". La dimisión del secretario de Estado de Hacienda se produjo el pasado viernes, a la semana de conocerse que su hermana Pilar presidía Gescartera y coincidiendo con la salida a la luz de su antigua relación con Sefisur, otra agencia de valores sancionada en 1996 por la CNMV, de la que informó este periódico el sábado 21.
Ramallo reconoce que desde que abrió despacho propio como notario en Madrid, el pasado octubre (es corredor de comercio), ha tenido en varias ocasiones a Gescartera como cliente. "Por aquí venía Antonio Camacho (apoderado de la sociedad y principal accionista) y le atendía como a un cliente más. De los asuntos en los que he intervenido no puedo aportar detalles por secreto profesional". Camacho, uno de los principales encausados, presentó el viernes un recurso contra el auto de prisión, después de que Pilar Giménez-Reyna saliera en libertad como imputada.
Ramallo, que sospecha que en Gescartera se ha movido "bastante dinero negro", desmiente haber intervenido en la transformación de la sociedad en agencia de valores, registrada en agosto del año pasado cuando todavía era vicepresidente de la CNMV. Recuerda que la aprobación la dio el comité consultivo, "donde están representados los emisores y los consumidores, entre otros colectivos".
El ex diputado niega también que en algún momento actuara como captador de fondos para Gescartera. "Es radicalmente falso. Intuyo que hay interés por convertir éste en un caso como el de Ibercorp desde los bancos de la oposición. Tengo la conciencia tranquila", comenta.
Por otra parte, ayer tanto el grupo musical Los del Río como el obispado de Burgos reconocieron haber invertido dinero en Gescartera.
Pilar Valiente retrasa sus explicaciones hasta septiembre
El Grupo Parlamentario Popular pidió ayer la comparecencia en el Congreso de la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Pilar Valiente, para que explique el control ejercido desde dicho organismo a Gescartera. La iniciativa no ha sido presentada con carácter de urgencia, por lo que Valiente no comparecerá ante la comisión correspondiente, probablemente la de Economía, hasta el próximo mes de septiembre.
Los socialistas pidieron también ayer la comparecencia de la presidenta de la CNMV, pero con la intención de que se lleve a cabo de forma inmediata, aunque para ello tenga que reunirse la Diputación Permanente del Congreso, el órgano que funciona en periodo de vacaciones. El PP no está dispuesto, por el momento, a ceder a esta petición, como tampoco a que comparezcan en el Congreso para el mismo fin el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Rato rechazó ayer que la CNMV haya actuado de forma "lenta y tardía" en el caso Gescartera y recordó que este organismo sancionó en 1999 a algunas de las personas que ya están siendo investigadas por la juez Teresa Palacios por la supuesta desaparición de un volumen de dinero que algunas fuentes elevan hasta los 17.000 millones de pesetas.
El vicepresidente segundo recalcó, además, que el Gobierno ya cuenta con "instrumentos legales para garantizar que los pequeños ahorradores no salgan perjudicados en situaciones como ésta". Rato se refirió de esta forma al fondo de garantía de inversiones previsto en la Ley del Mercado de Valores desde su aprobación en 1998.
A raíz del caso Gescartera, el Ministerio de Economía se propone regular este fondo de forma urgente, dándole carácter retroactivo, paso al que se negó hace tres años en plena efervescencia del caso AVA.