Sonera gana un 40,6% menos por los problemas de sus filiales turcas
La operadora telefónica finlandesa Sonera ha registrado unos beneficios antes de impuestos de 560 millones de euros (93.176 millones de pesetas), un 40,6% menos. El beneficio neto del trimestre ha caído un 22% hasta quedar en 513 millones de euros (85.356 millones de pesetas), mientras las ventas han experimentado un 11% de aumento para llegar a los 557 millones de euros (92.677 millones de pesetas).
La operadora atribuye sus dificultades en el segundo semestre a una pérdida de 55 millones de euros (9.151 millones de pesetas) en sus filiales turcas, Turkcell y Fintur. La empresa ya lanzó un aviso sobre los resultados negativos de estas dos filiales en abril y fue uno de los motivos, junto con la política de retribución con acciones, por la que el Gobierno reemplazó a algunos de los ejecutivos al frente de la compañía. Los resultados son mejores de lo esperado por los analistas. Este trimestre será el último de su presidente, Kaj-Erik Relander, en la empresa, que anunció su retirada en abril.
Sonera, cuyo 52,8% está en manos del Estado finlandés, se encuentra fuertemente endeudada después de haber hecho inversiones muy importantes en adquirir licencias de telefonía de tercera generación en Noruega, Alemania, Italia y España. Aunque la mayoría de las telefónicas europeas tiene una alta deuda, la de Sonera se ha ganado la peor calificación crediticia de Standard & Poor's. Sonera está estudiando retirarse de la licencia conseguida en Noruega para ayudar a rebajar su pasivo.