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La confianza de los empresarios vuelve a caer en Alemania

Los 7.000 empresarios alemanes que colaboran para elaborar el índice IFO de confianza empresarial prevén que la actividad económica seguirá desacelerándose. El nivel de confianza descendió de nuevo en junio, y ahora lo ha hecho hasta cotas desconocidas en los últimos cinco años (agosto de 1996). Los analistas prevén también una desaceleración en el Reino Unido en los próximos meses.

La economía alemana se sigue desacelerando y no hay final a la vista, según se desprende de la encuesta entre 7.000 empresarios que, mes tras mes, realiza el instituto IFO en Múnich. Ayer se conoció que el índice de confianza empresarial en Alemania occidental cayó de 90,8 puntos en mayo a 89,5 en junio. Es el menor nivel desde agosto de 1996.

Más preocupante aún es que también el subíndice de las expectativas futuras volvió a caer, de 94,9 puntos (revisados) a 93,6%. Esto quiere decir que la economía alemana, al menos según este indicador, aún no ha tocado fondo. Gernot Nerb, miembro del IFO, señaló que no ve "ninguna señal de recuperación por el momento", aunque descartó que Alemania esté entrando en una recesión.

El rápido deterioro de la coyuntura en la mayor economía de la zona euro, junto a una inflación que parece haber tocado techo, podrían acabar de convencer al Banco Central Europeo (BCE) de proceder a una nueva bajada de tipos, tras el tímido 0,25% de reducción del 10 de mayo.

El consejo de gobierno de la autoridad monetaria se volverá a reunir el 2 y el 30 de agosto. En su última comparecencia ante la prensa, hace tres semanas, Wim Duisenberg, presidente del BCE, descartó "por algún tiempo" cualquier movimiento en la política monetaria.

Al menos de manera extraoficial, el Gobierno alemán tiene cifradas sus esperanzas en una pronta bajada de tipos. A un año de las elecciones, el canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, ha descartado iniciar un nuevo proceso de reformas económicas, que, por ejemplo, podría intentar disolver las rigideces en el mercado laboral.

De continuar la desaceleración de la economía, el Gobierno, sin embargo, podría verse obligado a soltar las amarras fiscales, tal y como ya ha solicitado la oposición conservadora.

En un sentido similar se pronunció ayer Klaus Zimmermann, presidente del instituto DIW en Berlín, al considerar "aceptable" que el ministro de Finanzas, Hans Eichel, abandone durante "dos o tres años" su programa de austeridad fiscal.

Fabio Comelli, analista de Deutsche Bank Research, dijo a Efe que la caída de la confianza empresarial en Alemania "podría llevar al BCE a abaratar el dinero en su encuentro del 2 de agosto" con el objeto de revitalizar la coyuntura económica. Por su parte, Comelli opinó que "es difícil determinar cuándo se iniciará una recuperación, pero es posible que ya estemos a punto de tocar fondo".

Las previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) alemán han sido revisadas continuamente a la baja en los últimos meses. La mayor parte de las grandes empresas alemanas han visto empeorar sus resultados desde principios de 2001 y han tenido que advertir de que sus cifras para el conjunto del ejercicio serán peores que las del año anterior.

La economía del Reino Unido, por su parte, sufrirá una desaceleración en los próximos meses, y los beneficios empresariales se mantienen débiles, advirtió el Instituto de Directores (IoD) en un informe publicado ayer. Las condiciones para los negocios se han deteriorado en el segundo trimestre del año, aunque los empresarios se muestran optimistas, dice el IoD, que consultó a 500 directores de compañías. "Las solicitudes de exportación han descendido, como también las expectativas de beneficios y crecimiento, y el empleo es más débil", señala el informe.

 

El euro resiste el deterioro de las expectativas

El euro bajó ayer ligeramente su cotización en los mercados internacionales de divisas frente al dólar, perdiendo los 87 centavos, pese a que el instituto económico alemán IFO anunciara que en junio la confianza empresarial en Alemania cayó a su valor mínimo desde 1996. El Banco Central Europeo fijó su cambio oficial en 0,8676 dólares, pero al cierre de esta edición la divisa europea se había recuperado hasta 0,869 dólares.

La caída del índice de confianza empresarial de la primera economía de la zona euro en junio aumenta las posibilidades de que el BCE decida bajar los tipos de interés de la zona euro en su próxima reunión para revitalizar la coyuntura económica, según los expertos.

Ayer se conocieron nuevos datos que avalan esta posibilidad, ya que las tensiones inflacionistas siguen cediendo en Europa. Ayer se conoció la inflación de julio en Italia, con un descenso hasta el 2,8% en 12 meses. En junio era del 3%.

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