Izar perderá este año 20.000 millones al acelerar su saneamiento
Borrón y cuenta nueva. Izar, la sociedad nacida de la fusión de Astilleros Españoles (AESA) y Bazán, acelerará este año su proceso de saneamiento, lo que elevará sus pérdidas hasta superar los 20.000 millones de pesetas (120,2 millones de euros), frente a los poco más de 7.000 millones de pesetas (42 millones de euros) previstos en su plan de negocio. El constructor na-val español, controlado al 100% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), no entrará en beneficios hasta 2004.
Todas las posibles contingencias futuras que puedan suponer un castigo extraordinario a la cuenta de resultados de Izar se van a dotar este ejercicio. Esta operación de saneamiento le va a significar al grupo público de construcción naval civil y militar incrementar sus pérdidas en más de 13.000 millones de pesetas (78,1 millones de euros) a final de 2001.
La política de saneamiento conlleva asumir más de 10.000 millones de pesetas (60,1 millones de euros) que, en teoría, se iban a quedar en la cuenta de Astilleros Españoles, una operación que podría encontrar problemas en la Unión Europea. AESA, tras la compra de sus activos por parte de Izar, es en la actualidad una sociedad latente y titular de una parte de los pasivos, entre ellos, algunos laborales, que no fueron traspasados al nuevo grupo.
En la cuenta de pérdidas para este año también se incluirá una importante partida, superior a los 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros), que serán dotaciones por litigios que se mantienen con varios armadores por la construcción de buques en las gradas de su división civil.
La política que ha puesto en marcha José Antonio Casanova, presidente de Izar, y que comprende una revisión sobre los planes anunciados en la constitución del grupo público de construcción naval, supondrá poner a cero a principios de 2002 la cuenta de dotaciones extraordinarias. A partir de entonces, lo que gane o pierda estará sujeto exclusivamente a la gestión del negocio.
Izar, según los últimos planes, perderá en 2002 entre 4.000 y 5.000 millones de pesetas. En 2003 los resultados negativos se acercarán a los 1.000 millones de pesetas y en 2004 se logrará un ligero beneficio. En ese ejercicio, la facturación superará los 350.000 millones de pesetas frente a los 240.000 millones de ventas que se conseguirán al cierre de este año.
Aumentar la ocupación
Para afrontar las pérdidas, Izar recurrirá a sus fondos propios, que en la actualidad superan los 140.000 millones de pesetas (841,4 millones de euros), pero más a endeudamiento. El grupo público de construcción tiene previsto mantener por encima de los 100.000 millones de pesetas su capital más reservas para poder afrontar con los suficientes- recursos la construcción naval tanto en el ámbito civil como en el militar.
En su plan de negocio también se propone, asimismo, aumentar la ocupación de sus instalaciones. Así, su objetivo es que las factorías terminen 2001 con una ocupación del 85%. La previsión es que en 2002 este índice supere el 90%, según fuentes del grupo público.
Izar cuenta con una cartera de pedidos actual de 500.000 millones de pesetas (3.005 millones de euros), de los cuales 400.000 (2.404) son en su división militar (principalmente submarinos y fragatas) y el resto, en su negocio civil (gaseros y quimiqueros). Para 2005 se pretende que las ventas de los astilleros civiles sean superiores a las de los militares, aunque desde el grupo se hace hincapié en que todas las factorías son polivalentes, en mayor o menos medida, para trabajar en el campo civil y en el militar. Izar cuenta con una plantilla de de 11.000 trabajadores. La compañía presidida por José Antonio Casanova tiene 17 unidades de negocio, de las cuales ocho son astilleros de nuevas construcciones y cinco astilleros de reparaciones y transformaciones. Además, posee tres factorías de propulsión y energía, que se encuentran entre las mayores instalaciones europeas para la fabricación de motores y turbinas, así como una división de sistemas para el diseño y la construcción de sistemas de control de plataformas y de combate.
Plan industrial
En su plan industrial, que todavía no ha sido cerrado con las centrales sindicales, al igual que el convenio colectivo, se prevé una inversión de 55.000 millones de pesetas en investigación y desarrollo, el rejuvenecimiento de su plantilla y el mantenimiento de todos sus centros productivos.
Paralelamente quiere reducir los costes, acortar los plazos de entrega, ofrecer productos y servicios con mayor grado de sofisticación y prestaciones. Y paralelamente diferenciarse de sus competidores, según fuentes de la sociedad.
Izar tiene en cartera 87 proyectos que incluyen programas para el desarrollo de buques de alta demanda entre los que se encuentra los de transporte de pasajeros y carga a alta velocidad, barcos de crucero y nuevos buques militares. Izar es el séptimo grupo de construcción naval del mundo y el segundo de Europa.
Bruselas aplaza la denuncia a Corea ante la OMC
La Comisión Europea ha renunciado, de momento, a sus intenciones de denunciar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) a los astilleros de Corea del Sur por vender sus barcos a pérdidas.
Los informes anuales del Ejecutivo comunitario sobre la evolución del mercado naviero insisten desde hace dos años en que las prácticas comerciales de Corea están dañando seriamente a los astilleros comunitarios, hasta el punto de poner en peligro su viabilidad.
El departamento del comisario de Comercio, Pascal Lamy, tras revisar la contabilidad de algunos astilleros coreanos, asegura tener pruebas fehacientes para iniciar un contencioso en Ginebra. Pero su intención de vincular tan incierta batalla comercial con la concesión de ayudas públicas a los astilleros europeos ha dividido a los 15 Estados miembros.
Bruselas no ha logrado el respaldo que esperaba y Lamy ha advertido que sólo acometerá la acción legal contra Seúl si los Quince cierran filas tras él. De momento, ha optado por romper las negociaciones con Corea y congelar la denuncia ante la Organización Mundial de Comercio.
Reino Unido, Dinamarca, Holanda, Finlandia y Suecia se resisten a los planes de Lamy, que cuentan con el apoyo Alemania y de los países del sur, incluida España."Sin un acuerdo político claro", ha reconocido Lamy, "nuestra posición negociadora sería débil".
Las ayudas al sector naval concluyeron el pasado 31 de diciembre. El comisario de la Competencia, Mario Monti, se niega a autorizar cualquier subsidio si no se presenta la denuncia contra Corea. Aun así, ha indicado que esos hipotéticos regímenes de ayuda tendrían sólo un carácter temporal, mientras se resolviera el contencioso. En ningún caso, Monti está dispuesto a admitir ayudas de Estado generalizadas para mantener el sector.