El IPC no baja del 4,2% en España mientras cae en el resto de Europa
El índice de precios de consumo (IPC) avanzó un 0,3% en junio, un 2% en los seis primeros meses del año (lo previsto por el Gobierno para todo el ejercicio) y un 4,2% en los últimos 12 meses. Por tanto, la tasa interanual sigue anclada en el 4,2%, como en mayo, a consecuencia de la presión de los alimentos, el turismo y los carburantes, especialmente en gasóleo. La tasa que excluye la alimentación fresca y los carburantes (la subyacente) avanzó una décima más en tasa anual, hasta el 3,6%. Esta resistencia a bajar los precios contrasta con el descenso casi generalizado en Europa, pero de forma abultada en Alemania y Francia, lo que provoca que el diferencial vuelva a crecer por encima del punto
La inflación no da tregua. En junio el índice de precios de consumo (IPC) avanzó tres décimas, básicamente por la presión de los precios de los servicios turísticos, de los alimentos y del gasóleo, y colocó la tasa acumulada en los seis primeros meses del año en el 2%, justo el guarismo que el Gobierno tenía previsto para todo el año. El avance del 0,3%, similar al del mismo mes del año pasado, impidió que la tasa anual (el avance de los precios en los últimos 12 meses) descendiera desde el 4,2%, máximo desde 1995.
Tras el dato de junio, la inflación anual en España lleva nueve meses en el en torno del 4%, y se retrasa, cada vez más, el cambio de tendencia anunciado por el Gobierno.
La presión alcista en junio no estuvo sólo concentrada en los elementos volátiles, como los carburantes y la alimentación no elaborada, sino también en los servicios y en la alimentación elaborada. Tal circunstancia provocó que la inflación subyacente (la que excluye precisamente la alimentación fresca y la energía) avanzará tres décimas en el mes, llegó al 2,1% en los seis primeros meses del año y en los últimos 12 meses registra un avance del 3,6%. Es el noveno consecutivo, siempre una décima por mes, que se produce, y se coloca en una cifra desconocida desde 1996.
En junio, los servicios turísticos y hosteleros avanzaron un 1% y aportaron 0,135 puntos, prácticamente la mitad de las tres décimas que subió el índice. Con este avance, la tasa anual de esta rúbrica se queda en el 5,5%. También como componentes de la tasa subyacentes avanzaron notablemente los precios del esparcimiento (0,7%), los medicamentos (0,5%), el menaje (0,4%) y el alquiler de vivienda (0,6%).
La alimentación avanzó un 0,3% en junio, un 3% hasta junio, y un 6,8% en los últimos 12 meses. La elaborada creció un 0,3% (3,3% en un año) y la no elaborada, un 0,2%, pero con una tasa anual del 10,9%. æpermil;sta registró avances en frutas frescas (1,3%), patata (4,1%) y hortalizas frescas (1,6%), y entre todas aportaron 0,058 puntos. Pero la mayoría de los alimentos frescos cayeron en junio: la carne de cordero, un 1,8%; la de ave, un 3,2%; los huevos, un 0,8%, y otras carnes, un 0,4%. Entre todas estas rúbricas restaron 0,049 puntos, pero no lo suficiente como para contrarrestar las subidas. Así, finalmente, la cesta alimentaria sube un 0,3%.
El transporte personal subió un 0,2% y el gasóleo de calefacción, un 0,5%. Entre ambos aportaron 0,063 puntos (casi una décima).
Alquiler y gasto de comunidad suben un 0,6%
Los gastos de conservación de la vivienda, los de comunidad y los de alquiler aumentaron en junio un 0,6%, lo que aportó al índice 0,03 puntos (más que el gasóleo de calefacción) y coloca el avance de estos precios en los últimos 12 meses en el 4,7%. De las 12 grandes rúbricas del IPC sólo comunicaciones cayó, un 0,1%, y la única en deflación en 12 meses.
El diferencial subirá de nuevo por la caída de precios en Europa
El mantenimiento de la tasa de inflación en junio en el 4,2% (también en términos armonizados), junto con el notable descenso de los valores en los principales países europeos, Alemania y Francia sobre todo, supondrá un serio repunte del diferencial de precios. Podría volver a superar un punto, tras haber descendido a 0,8 en mayo. En España se aprecia en los últimos meses una suavización de la inflación imputable a los carburantes y una elevación de la originada por los alimentos.
En junio Alemania registró un descenso en su tasa anual de inflación importante, desde el 3,5% hasta el 3,1%; Francia, por su parte, registró una caída desde el 2,3% hasta el 2,1%; pero en términos armonizados el descenso ha sido incluso superior, puesto que en mayo llegó al 2,5%. El descenso de los precios en estos dos países, las dos primeras economía de la Unión Monetaria por tamaño, supone que la inflación en la eurozona descendió en junio (estaba en mayo en el 3,5%, la más alta desde que arrancó la divisa única). Por tanto, y dado que la española no se ha reducido, el diferencial de inflación, que se contrajo en mayo hasta el 0,8%, puede haber vuelto a subir e incluso haber superado un punto.
Altos diferenciales
Ocho de los nueve últimos meses la tasa armonizada de inflación en España ha estado en el 4% o por encima (sólo en enero de este año descendió ligeramente hasta el 3,8%), y con diferenciales prácticamente siempre de un punto o superiores, con lo que ello supone de deterioro continuo de la competitividad vía precios de los productos españoles que compiten en los mercados exteriores con los productos europeos.
En tasa armonizada fue también la alimentación la que registró un mayor avance en los últimos 12 meses, con un 7%, seguida de la hostelería y la enseñanza, con un avance anual del 4,9%, el ocio y la cultura, con un 4%, y la vivienda, con un 4,1%.
Los precios de los carburantes y combustibles, que tienen su reflejo en la rúbrica de transportes en el IPC armonizado, registran en junio una tasa para los últimos 12 meses del 2,4%, con un descenso en tasa anual sobre la registrada en mayo. Este descenso es coherente con la suavización de la curva inflacionista de los combustibles y carburantes en los últimos meses (ver gráfico), que ha descendido de tasas superiores al 22% en 2000 hasta tasas ligeramente superiores al 4% ahora.
Comportamiento totalmente diferente están teniendo los precios de la alimentación. En los últimos 12 meses su aumento ha sido de un 6,8%, cuando hace un año registraba tasas anuales de 1,8%, por ejemplo. Pero este deterioro se concentra fundamentalmente en los alimentos no elaborados, que no forman parte de la parte subyacente del índice de precios.
Los precios de los alimentos no elaborados en los últimos 12 meses han aumentado un 10,9% (junio de 2000 a junio de 2001), mientras que hace un año registraban una tasa anual del 3,9%, y un año antes (en julio de 1999) estaban en valores negativos.
Comunidades y provincias
Las comunidades con mayores presiones inflacionistas en junio son Murcia (con un 5,1% de avance de los precios en los últimos 12 meses), La Rioja (4,8%), Baleares (4,8%), Castilla y León (4,6%), Extremadura (4,5%), País Vasco, Aragón y Castilla La Mancha (4,4%), Comunidad Valenciana, Navarra, Andalucía, Asturias y Ceuta y Melilla (4,3%). Por debajo de la media nacional están el resto: Galicia, Madrid y Cataluña tienen un 4,1%; Cantabria, un 3,9%, y Canarias, un 3,4%.
Por provincias son Jaén y Valladolid las que la tienen más alta, con un 5,2%, seguidas de Albacete, con un 5%, y Murcia, con un 5,1%. En el mes sólo tres provincias descendieron: Zamora, Valladolid y Burgos.