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INTERNACIONAL

Cavallo cede ante los bancos y plantea un duro plan de ajuste

La Bolsa de Buenos Aires volvió a hundirse y el riesgo-país alcanzó el récord anual, con 1.300 puntos. El Gobierno tenía previsto anunciar un plan de reducción de gastos de gran envergadura. Los mercados internacionales temen una suspensión de pagos de Argentina. La huida de las monedas nacionales de la región patentiza la gravedad de la situación. La crisis política argentina resulta imprevisible.

Argentina continúa golpeando la estabilidad de las economías latinoamericanas y emergentes, y complica otra vez a la Bolsa de Madrid.

Ayer, las acciones cayeron 5,5%, luego del 6,71% de pérdida registrado el martes, en tanto que el riesgo-país marcó su récord anual y desde la crisis rusa de 1998, llegando a 1.300 puntos. El desencadenante aparente fue el reconocimiento del ministro de Economía, Domingo Cavallo, de que el país ya no tiene capacidad de endeudamiento. El superministro formuló esta apreciación el martes por la noche, luego del fracaso de la licitación de letras y bonos del Tesoro, ya que los tipos logrados fueron bien superiores a lo que deseaba el Gobierno: 14% y 16%.

De manera inmediata, Cavallo, con el apoyo total del presidente Fernando de la Rúa, anunció la preparación de un programa de reducción de gastos en las Administraciones central y de las provincias que, en un primer análisis, se cifraba en 2.000 millones de dólares. Pero anoche el ministro tenía previsto realizar una rueda de prensa para precisar las medidas del ajuste que, según fuentes del Palacio de Hacienda, podría ser más ambiciosas aún.

Entre otras cuestiones, podría incluir el pago de parte de los salarios de los empleados públicos en bonos, una iniciativa que ya ha adoptado el gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, por imposición de Cavallo. De otra manera, el Gobierno central no hubiera cedido fondos para que Buenos Aires hiciera frente a sus obligaciones de este mes.

El rumor de una inminente suspensión de pagos por parte de Argentina sacudió hoy a todos los mercados emergentes y a España. En Chile, el peso volvió a caer y cerró a 664,3 por dólar, en tanto que el real brasileño sigue su imparable descenso y concluyó a 2,57 unidades por dólar, una depreciación del 30% desde comienzos de años. Pero esta vez, la crisis argentina contagió al peso mexicano por cuarto día consecutivo, que descendió algunos centavos frente a la divisa estadounidense. Entre los efectos negativos más destacados debe señalarse la caída generalizada en el valor de los bonos de los mercados emergentes, no sólo en América Latina sino a escala mundial. El "contagio" de la desestabilización de Argentina se ha expandido más allá de las fronteras latinoamericanas, hundiendo los valores de todos los emergentes, ya que el país suramericano detenta casi el 30% de los bonos emitidos en esos mercados secundarios.

En España, la Bolsa de Madrid se resintió y terminó con pérdidas del 2,35% en el IBEX. Las acciones españolas, muy expuestas por sus grandes inversiones en todo el continente, parece destinada a marcar el ritmo que le dictan los espasmos de esas economías. Sin embargo, la crisis argentina ha agudizado el retroceso iniciado por el dólar que, por primera vez en dos años, parece estar sintiendo los efectos de una generalización de las crisis de los emergentes.

Mientras tanto, en Argentina, los sindicatos de empleados públicos y otros sectores parecen decididos a enfrentar el nuevo ajuste. Paros y manifestaciones se anuncian desde mañana en Buenos Aires y otras ciudades de todo el país. Los trabajadores rechazan el pago en bonos y cualquier nueva reducción de gastos. La situación se parece mucho, pero más compleja aún, a la que culminó en marzo con la dimisión del ministro de Economía, Ricardo López Murphy, que fracasó en imponer un ajuste draconiano. Cavallo lo sucedió con promesas de expansión. Pero ha vuelto atrás.

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