ETA asesina en Madrid a un policía nacional con una bomba trampa
Un policía nacional muerto y seis peatones heridos es el balance del atentado con coche bomba perpetrado ayer tarde por ETA en el madrileño barrio de Aluche. El artefacto explotó antes de la hora que los terroristas facilitaron a la policía.
El policía nacional Luis Ortiz de la Rosa, de servicio en la comisaría de Latina, resultó muerto cuando inspeccionaba la zona en busca del explosivo y la despejaba de peatones. Los terroristas habían alertado de la colocación del coche bomba con 40 minutos de antelación a la centralita del 091 y de la Policía Municipal.
La deflagración se produjo a las ocho y media de la tarde a la altura del número 155 de la calle Ocaña, a pocos metros de unas oficinas del Servicio de Notificaciones Judiciales del Ministerio de Justicia, que en el momento del atentado se encontraban cerradas al público.
Minutos antes, la Policía procedió a acordonar la zona y a buscar el coche bomba.
Los servicios del Samur atendieron a media docena de heridos leves. La mayoría presentaron lesiones por cortes ocasionados por la rotura de cristales. También fueron atendidos varios vecinos con crisis nerviosas. Los heridos fueron hopitalizados en el Hospital Clínico.
Se da la circunstancia de que cerca del lugar del atentado se encuentra la parróquia de San Guzmán, en la que estallaron todos los cristales cuando un buen número de feligreses asistía a misa de ocho.
El coche-bomba utilizado por los terroristas era de la marca "Daewo" y había sido robado, al parecer, en la misma capital de España.
Según las primeras estimaciones, el vehículo estaba cargado con unos 15 o 20 kilos de explosivo, de una sustancia que la Policía trataba anoche de determinar.
A unos 50 metros del lugar donde se produjo la explosión hay un Centro de Día, a donde acuden a jugar la partida y pasar la tarde los ancianos del barrio, algunos de los cuales sufrieron crisis nerviosas.
El atentado de ayer se produce a los doce días de que ETA intentara asesinar en la calle López de Hoyos de Madrid, al general Justo Oreja, a través del procedimiento de una bicicleta-bomba. En aquel atentado resultaron heridas de diversa consideración 16 personas. Más de un centenar de viviendas y locales sufrieron daños.
Infraestructura estable en la capital
Con el atentado perpetrado ayer en la calle Ocaña, ETA ha cometido desde que rompió la tregua, a finales de 1999, ocho atentados en Madrid con el resultado de cinco personas muertas y más de 100 heridas.
La penúltima acción terrorista se registró el pasado 28 de junio en la calle López de Hoyos, con una bicicleta bomba, y a consecuencia de la explosión resultaron heridas 16 personas, entre ellas el general Justo Oreja Pedraza.
El anterior tuvo lugar el pasado 12 de mayo en la calle de Goya, con un coche bomba minutos antes de la medianoche, coincidiendo con el final de campaña para las elecciones vascas. Los terroristas anunciaron el atentado en una llamada telefónica a los bomberos, ocho minutos antes de que se produjera la explosión, frente a una sucursal del BBVA.
El Ministerio del Interior, que dirige Mariano Rajoy, sospecha que ETA dispone en la capital de España de una infraestructura estable, a la vista de la facilidad con la que ha perpetrado en ella las últimas acciones terroristas.