El rey de Marruecos invita a la CEOE para atraer inversiones
El rey Mohamed VI de Marruecos ha convocado a José María Cuevas y a los responsables de las asociaciones empresariales españolas con mayores intereses en Marruecos para una reunión en Tánger, el próximo día 17. El objetivo de Rabat es superar las tensiones con Madrid a través de la llamada "diplomacia empresarial" e impulsar nuevas inversiones.
Una delegación de altos dirigentes de la patronal CEOE, con José María Cuevas a la cabeza, se reunirá en Marruecos con el rey Mohamed VI para servir de puente en la normalización de relaciones entre los Gobiernos de Rabat y Madrid, enturbiadas tras el fracaso de las negociaciones para la firma del acuerdo pesquero.
La cita será el próximo martes día 17 en Tánger y la iniciativa ha partido del propio monarca alauita, quien parece decidido a cerrar los contenciosos pendientes con la Unión Europea y a iniciar un acercamiento hacia los Quince, y muy especialmente hacia España, que es el segundo inversor extranjero en el país, después de Francia, y que tiene a más de 800 empresas instaladas en el territorio marroquí. Aunque des-de la patronal española se insiste en que la visita no tiene carácter oficial, la presencia en la delegación de José María Cuevas es especialmente significativa, al igual que la del resto de los miembros de la comitiva empresarial, que estará integrada por los presidentes de las confederaciones empresariales de Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia, y los de las asociaciones representativas de los sectores con mayores intereses en Marruecos, entre las que destacan la Asociación Intersectorial de Empresas (Amec), la Asociación Nacional de Empresas de Informática y Electrónica (Aniel) y el Consejo Intertextil Español.
Desde el lado contrario, la situación de Marruecos está empezando a preocupar en Bruselas y en Madrid, donde se piensa que la explosión demográfica del país magrebí, los altos niveles de pobreza y la práctica ausencia de clases medias son no sólo el germen de la oleada de inmigrantes hacia Europa, sino, y lo que es más grave, el caldo de cultivo para el integrismo islámico. La situación de Argelia es un referente para los dirigentes europeos, a quienes preocupan también los rumores sobre la debilidad política del rey alauita.
Conversión de deuda
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha expresado ya en reuniones con directivos empresariales esta preocupación por Marruecos, y desde la Presidencia del Gobierno se están relajando ya las medidas de firmeza adoptadas extraoficialmente a raíz del fracaso de la negociación pesquera.
En este contexto, el Ministerio de Economía ha autorizado recientemente varias operaciones de conversión de deuda marroquí en inversiones privadas españolas por importe de 1.700 millones de pesetas, instrumento de cooperación que había quedado paralizado momentáneamente como respuesta a la intransigencia marroquí para renovar el convenio de pesca con la UE.
En aquellos momentos fue el propio presidente José María Aznar quien ordenó a los ministerios implicados "ralentizar al máximo" todas las operaciones económicas pendientes con Marruecos.
Sin embargo, y al margen de gestos momentáneos, Madrid siempre ha sido consciente del valor geoestratégico que Marruecos tiene pa-ra la seguridad y los intereses económicos de España, que no pueden estar amenazados por represalias comerciales o la inestabilidad social.
Acuerdo para regular los flujos migratorios
A esta normalización de relaciones contribuirá también el convenio de regulación de flujos migratorios que el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y el titular de Empleo marroquí, Abbas El Fassi, firmarán el próximo 25 de julio en Madrid y que afectará tanto a los trabajadores de temporada como a los estables.
El acuerdo, similar al suscrito ya con Ecuador y Colombia, no fijará los cupos de inmigrantes, sino que se tendrán en cuenta los puestos de trabajo que puedan ser cubiertos basándose en la demanda de los mercados laborales de España y Marruecos de modo que se contribuya a frenar la inmigración ilegal al permitir que muchos trabajadores marroquíes vayan a España con sus contratos de trabajo.
Mientras, la Guardia Civil detenía en la pasada madrugada en Tarifa (Cádiz) a 124 magrebíes indocumentados, entre ellos dos menores y dos mujeres, una de ellas embarazada, de los que 106 fueron interceptados cuando navegaban en dos embarcaciones tipo zódiac y otros dos en un hidropedal.