La popular cibertienda Webvan se declara en bancarrota y suspende sus operaciones
La cibertienda estadounidense Webvan, especializada en vender productos de alimentación a través de Internet, anunció ayer que se declarará en bancarrota, despedirá a unos 2.000 empleados y suspenderá todas sus operaciones.
El cierre de Webvan tiene un gran simbolismo en Wall Street porque esta empresa, fundada en el año 1999, alcanzó una enorme popularidad tras su lanzamiento y muchos pensaron que revolucionaría para siempre la industria de la distribución minorista.
Webvan salió a Bolsa en el mes de noviembre de 1999 a un precio de 15 dólares por acción, con lo cual se colocó de inmediato con una capitalización bursátil de 7.200 millones de dólares. Poco después llegó a cotizar a 34 dólares por título. Pero este año se ha mantenido casi de manera permanente por debajo del precio de un dólar por acción (el límite a partir del cual puede ser expulsada del mercado Nasdaq).
En estos momentos, contaba con 750.000 clientes y operaciones en San Francisco, Los Ángeles, San Diego, Seattle, Chicago, Portland y el condado de Orange.
Y hasta hace poco sus directivos aseguraban que esta empresa sí sobreviviría a la llamada criba de Internet. Sin embargo, la acumulación de pérdidas (más de 700 millones de dólares desde su lanzamiento ( unos 139.000 millones de pesetas) y la reticencia de los inversores a seguir financiando su negocio han hecho imposible que cumplan su objetivo.
Según su último comunicado a la Comisión del Mercado de Valores (SEC), Webvan lleva acumulado un pasivo de 96,5 millones de dólares a finales del primer trimestre del año.
El cierre de Webvan se produce sólo tres meses después de que George Shaheen (que fue máximo directivo de Andersen Consulting) dejara la presidencia de la compañía con una polémica pensión vitalicia de 300.000 dólares al año. La declaración de bancarrota colocará a Shasheen en la larga lista de acreedores de la compañía.