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INTERNACIONAL

Turquía cede a la presión del FMI y acepta cambiar el órgano rector de la telefónica

Los líderes de la coalición tripartita que gobierna Turquía se reunieron ayer y decidieron plegarse a las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha suspendido el desembolso de un crédito de 1.560 millones de dólares (unos 307.000 millones de pesetas), a la espera de la renovación de la junta directiva de la compañía estatal de teléfonos y de reformas más profundas en el sector bancario.

El consejo director de Telefónica de Turquía se reúne hoy para aprobar la ampliación del número de miembros a nueve, frente a los siete actuales, y para decidir las altas y las bajas en la junta. El FMI quiere preeminencia de ejecutivos independientes y rechaza la actual composición del gabinete, en el que hay cuatro miembros nombrados por el Partido de Acción Nacionalista. Los economistas de la institución internacional consideran que estos directivos no tienen la cualificación necesaria para dirigir la empresa.

Los nacionalistas han sido los más beligerante contra las tesis del FMI. No en vano, el ministro de Industria, Ahmet Kenan, acusó ayer al Fondo de "conspirar para desalojar del Gobierno turco al Partido de Acción Nacionalista". Kenan asegura que la institución busca cualquier excusa para paralizar los créditos aprobados, cuya cantidad asciende este año a 15.700 millones de dólares (unos 18.200 millones de euros).

El viceprimer ministro y líder del Partido de Acción Nacionalista, Devlet Bahceli, ha terminado por suavizar sus posiciones. El pasado viernes llegó a asegurar que el Gobierno había cumplido "con todas las obligaciones prometidas". Bahceli aceptó finalmente la tesis del FMI. El pasado 3 de julio, el director gerente de la entidad, Horst Koehler, remitió una carta a las autoridades turcas advirtiéndoles de que no habría desembolso hasta que las reformas se hiciesen efectivas.

"Algunas acciones prioritarias aún no han sido tomadas. Especialmente en lo que concierne al sector bancario y a la junta directiva de Telefónica de Turquía", afirmaba Koehler en su carta. Siguiendo la decisión del FMI, el Banco Mundial también ha suspendido el pago de un crédito que asciende a 1.700 millones de dólares (335.000 millones de pesetas).

Las ayudas son esenciales para la recuperación de la economía turca. A mediados de febrero, una disputa política entre el primer ministro, Bulent Ecevit, y el presidente de la República, Necdet Sezer, provocó el pánico de los inversores extranjeros. El resultado fue la fuga masiva de divisas, la caída de un tercio del valor de la Bolsa, la depreciación de la lira (ha perdido casi un 48% de su valor en lo que va de año) y el fin de un programa antiinflación pactado con el FMI.

Las continuas disputas dentro de la coalición tripartita han minado la confianza de los analistas en la capacidad de los gobernantes para cumplir con sus promesas de reforma. Los ciudadanos también están cansados y ninguno de los actuales mandatarios tiene un apoyo electoral superior al 10%.

La Bolsa continuó ayer sus pérdidas. El índice National 100 cayó un 1,19%. La lira, en cambio, se apreció y un dólar se pagó a 1.307.000 unidades, 28.500 menos que el viernes.

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