Hacienda exime de tributación el mecenazgo
El Gobierno anunció ayer su intención de eximir de tributación a todas las actividades sociales y culturales relacionadas con el mecenazgo. La ley que prepara a tal efecto incluirá también mayores incentivos fiscales en el IRPF y en el impuesto de sociedades por donaciones a entidades sin ánimo de lucro. Se liberalizará también la entrada de fundaciones en sociedades mercantiles y se pondrá fin al control administrativo ejercido por el Gobierno. Mientras tanto, la CEOE ha endurecido su presión para conseguir una reducción del tipo general del impuesto de sociedades. Hacienda se inclina más por el establecimiento de incentivos parciales (pymes e innovación) sin tocar el tipo del 35%.
El Gobierno tiene ya muy avanzado el proyecto de ley de fundaciones y mecenazgo, que espera aprobar en las próximas semanas, con el ánimo de que entre en vigor en 2002.
El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció ayer las líneas básicas del texto, que supondrá en la práctica, en palabras del ministro, un "cambio de filosofía fiscal, por la que se exime de tributar a todas estas actividades sociales y culturales" a la vez que se potencia la participación de empresas e individuos en fundaciones y actividades sin ánimo de lucro. "Se trata de impulsar la participación del sector privado en actividades para las que el Estado no siempre tiene presupuesto", dijo en la inauguración del VII Encuentro de fiscalidad empresarial, organizado por Garrigues & Andersen y Cinco Días, en colaboración con BBVA.
En primer lugar, anunció que la nueva ley incluirá la extensión de la exención del impuesto sobre sociedades a las actividades de asistencia social, sanidad, cultura, educación e I+D que efectúan las entidades sin ánimo de lucro. En segundo lugar, se potenciarán las bonificaciones fiscales por donaciones a este tipo de entidades. Así, en el borrador del proyecto de ley se contempla un aumento del 20% al 25% de la deducción en la cuota del IRPF por donativos a estas entidades que realicen los contribuyentes. Se creará también una deducción del 35% en la cuota del impuesto sobre sociedades en lugar de las deducciones con límites en la base imponible del impuesto que hay en la actualidad. Asimismo, se ampliarán los supuestos de donaciones que dan derecho a estas deducciones, como los donativos de bienes, aportaciones a fundaciones o donaciones para rehabilitación y mejora de infraestructuras en ciudades consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Ley de Mecenazgo servirá, junto al modelo de financiación autonómica, de antesala al conjunto de reformas fiscales que entrarán en vigor en 2003, un año antes de las elecciones generales.
Entre ellas se encuentran las reformas del IRPF y del impuesto de sociedades, que serán remitidas a las Cortes en la primera mitad de 2002, y la nueva Ley General Tributaria. Hacienda tiene la intención de afrontar "en los primeros meses de 2002" la reforma reforma de la financiación local, "que hará posible la supresión del impuesto de actividades económicas (IAE)".
Todas ellas tienen como premisa la consecución este año del equilibrio presupuestario, asunto que está garantizado, según Montoro.
Fin del control administrativo
Otra de las novedades incluidas por el Gobierno en el borrador del proyecto de ley de mecenazgo es la eliminación de los controles administrativos previos sobre las entidades de fines de lucro.
Cuando la ley entre en vigor las fundaciones tendrán libertad absoluta para participar en sociedades mercantiles o ampliar la participación que ya tengan en ellas. Ello implica también la desaparición del actual sistema de concesión administrativa para aplicar el régimen fiscal especial del que disfrutan, que se sustituirá por un régimen de opción.
En relación a la reforma del IRPF, prevista para 2002 (entrada en vigor en 2003), Montoro confirmó la intención del Gobierno de rebajar los tipos marginales del impuesto y de simplificar los tramos impositivos (ahora son seis).
Germà Bel Portavoz de Hacienda del PSOE
"Trabajo y capital deben tener el mismo trato fiscal"
En el transcurso del encuentro, se celebró un debate fiscal en el que participaron diputados del PSOE, PP y CiU. El portavoz de Hacienda del PSOE, Germà Bel, defendió una reforma profunda del IRPF, "sin parches continuos como ha ocurrido en los últimos cinco años". Bel se mostró "encantado" por el "revuelo" que ha tenido la propuesta inicial del PSOE de establecer un tipo único de gravamen, con la posibilidad de fijar un segundo para rentas muy altas. "El Gobierno ya habla de tres y bajando", ironizó.
El portavoz socialista resaltó que la reforma del IRPF de 1999 no ha resuelto el problema de "equidad horizontal" del impuesto, por lo que se mostró partidario de que todas las rentas tengan un trato similar con independencia de su origen. En este sentido, indicó que las rentas de trabajo pueden considerarse en parte como rentas de "capital humano" y que existe margen para "retocar" la tributación del capital.
Bel apostó también por la desaparición de la mayor parte de las deducciones fiscales del tributo, a excepción de la de vivienda, "por no servir a los intereses generales y sí de campo de batalla de los grupos de presión".
Heribert Padrol Portavoz de Economía de CiU
"Un tipo único perjudicaría las rentas medias"
En el turno de réplica del debate político del encuentro fiscal, el portavoz de CiU en la Comisión de Economía del Congreso, Heribert Padrol, criticó duramente la reforma del IRPF planteada por el secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla.
Padrol resaltó que la fijación de un tipo único de gravamen acompañado del mantenimiento de la recaudación es "inviable" por sus repercusiones sobre los ingresos y la progresividad del impuesto. El portavoz de CiU dijo que, con un IRPF proporcional, las rentas más bajas pagarían menos, pero también lo harían las más altas, descargándose la mayor parte de la presión del impuesto en los salarios medios. "Un tipo único supone un pressing fiscal sobre las rentas medias y un claro perjuicio sobre ellas", advirtió. Padrol se mostró más favorable a una reforma del impuesto que no suponga un cambio de modelo, sino un "ajuste" en el mismo que sirva para limar asperezas con otros tributos, en especial el impuesto de sociedades.
El portavoz catalán rechazó también el endurecimiento fiscal de las ganancias del patrimonio, propuesta por el PSOE por sus efectos de deslocalización del ahorro.
Jordi de Juan Portavoz de Hacienda del PP
"Se necesitan más apoyos a los planes de pensiones "
El portavoz de Hacienda del Grupo Popular, Jordi de Juan, se centró en la necesidad de potenciar el ahorro en la nueva reforma del IRPF, que entrará en vigor en 2003.
De Juan reconoció, al igual que el director general de Tributos, Estanislao Rodríguez- Ponga, que el Gobierno está estudiando el efecto de la reforma actual sobre la neutralidad del ahorro. "Se necesitan más apoyos a los planes de pensiones, así como elevar los límites de desgravación actuales", dijo el portavoz del Partido Popular. De Juan aprovechó para criticar la reforma planteada por el PSOE y sus efectos sobre la recaudación, "que podrían ascender a 1,3 billones de pesetas, en función de algunos expertos". En su opinión, la rebaja de impuestos no debe hacerse nunca a costa de poner en peligro la reducción del déficit público.
El portavoz popular abogó por ir simplificando los tramos y los tipos de gravamen. En este sentido, recordó la propuesta inicial del Gobierno de rebajar el marginal máximo del 48% al 45% o 46%, y el mínimo, del 18% al 15%, así como una reducción "gradual" de tramos en la tarifa del impuesto desde los seis actuales.