El fin de la 'flotación sucia' del peso mexicano
La fuerte acumulación de reservas internacionales y consiguiente apreciación del peso mexicano en el último año ha llevado a la autoridad monetaria a eliminar la flotación sucia. Esta iniciativa implica la supresión de los mecanismos de intervención que, hasta la fecha, llevaba a cabo la autoridad monetaria. Entre ellos destacan la venta automática de dólares y las subastas mensuales de opciones en dólares.
El primer mecanismo permitía reducir la volatilidad de la cotización del peso sin renunciar al régimen de flotación. El Banco de México subastaba todos los días entre los bancos 200 millones de dólares (40.000 millones de pesetas) con un precio mínimo un 2% mayor de la cotización del día anterior. Dado que la acumulación de reservas era el objetivo prioritario de estas medidas, la evolución de los últimos meses las ha hecho innecesarias. En el último año las reservas se han incrementado más de 7.000 millones de dólares ( 1,377 billones de pesetas) y el peso acumula una apreciación cercana al 8% frente al dólar.
Los países latinoamericanos siguen modificando sus regímenes cambiarios según lo permiten sus economías. En 2001 los episodios más relevantes se centran en Argentina, a través del proyecto de ley que pretende ampliar la convertibilidad al euro y la instauración de un tipo de cambio comercial, en vigor desde el 21 de junio. Diariamente se calcula un tipo de cambio para transacciones comerciales promedio de la cotización del euro frente al dólar y del dólar frente al peso argentino (paridad).
También en Uruguay se han llevado a cabo actuaciones para permitir una depreciación más pronunciada del peso uruguayo y amortiguar el impacto que sobre su comercio exterior tendrán la evolución del real brasileño y el nuevo tipo de cambio en Argentina. En junio se amplió la banda de fluctuación del peso uruguayo hasta un 6%, frente al 3% anterior, y la divisa uruguaya ha pasado de cotizaciones de 12,5 unidades por dólar en enero hasta 13,57 unidades en junio. Por último, El Salvador emprendió un proceso de dolarización en enero que fijó la cotización del colón en 8,75 unidades por dólar. Aunque la Ley de Integración Monetaria contempla la desaparición del colón, todavía es una moneda de curso legal. Del montante en circulación, unos 500 millones de dólares, un 32% circula en esta divisa.